La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, criticó la propuesta del gobernador de Texas, Gregg Abbot, sobre enviar a los migrantes en autobuses a Washington D.C., y dijo que Abbot no tenía la autoridad legal para hacer cumplir políticas de migración y que sus declaraciones son un “truco publicitario”.
El plan de Abbot ante el levantamiento del Título 42
El pasado miércoles, el gobernador republicano de Texas, Gregg Abbot, dijo que el estado respondería a la decisión suspender el Título 42, una política sanitaria de la era Trump que expulsa de manera inmediata a los migrantes en la frontera sur, colocando policías estatales con equipo antidisturbios en la frontera y luego poniendo a los inmigrantes en autobuses y aviones con destino a Washington DC.
- La secretaria de prensa de la Casa Blanca reiteró el jueves que el gobernador no puede, según la ley, obligar a los inmigrantes a viajar a la capital del país o a cualquier otro lugar. “No sé bajo qué autoridad el gobernador haría eso”, dijo Psaki a los periodistas. “Creo que está bastante claro que esto es un truco publicitario”
- “Sé que el gobernador de Texas o cualquier estado no tiene la autoridad legal para obligar a nadie a subirse a un autobús”, agregó.
- Días antes de las esperadas declaraciones del gobernador de Texas sobre esas “acciones sin precedentes” de cara al levantamiento de la política, varios exfuncionarios de la administración de Trump le habían estado presionando para que hiciera uso de una cláusula constitucional que le permitiese declarar una “invasión” a lo largo de la línea fronteriza entre Estados Unidos y México.
- A las críticas se sumaron senadores, tanto republicanos como demócratas, que presentaron una proyecto de Ley para impedir que se levante completamente el Título 42 el próximo mes de mayo.
- La propuesta fue redactada por la senadora demócrata de Arizona, Kyrsten Sinema, y el senador republicano de Oklahoma, James Lankford. Sinema se ha reunido recientemente en dos ocasiones con el Secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas.
Con información de: The Guardian y The Star Telegram