Una residencia universitaria ha sido transformada en el primer albergue para menores no acompañados entre 13 y 17 años en Washington DC. Está ubicado en el vecindario de Brookland en el distrito (Ward) 5 de la ciudad. Tiene como objetivo la reunificación familiar de adolescentes que cruzaron solos la frontera y llegaron hasta la capital.
Su estadía será temporal, pues las normas establecidas permiten la permanencia de jóvenes migrantes (no acompañados) hasta por 30 días en estos centros.
La Oficina de Reasentamiento de Refugiados (ORR), que depende del Departamento de Salud (HHS), atiende a niños no acompañados en dos programas distintos: el Programa de Menores Refugiados No Acompañados (URM) y el Programa de Niños No Acompañados (UC). El que sería el primer albergue para adolescentes migrantes no acompañados de DC hace parte de este último programa.
"Estamos pendientes de una audiencia de la Oficina de Planificación Urbana de la alcaldía de Washington DC que se llevará a cabo en junio. Esperamos recibir la autorización de funcionamiento de nuestro albergue", dice Tatiana Laborde, directora del albergue de SAMU, organización en DC encargada de 59 centros de acogida para migrantes adolescentes no acompañados en España.


Laborde explica que para obtener el apoyo de la comunidad fue necesario sostener reuniones permanentes con asociaciones cívicas y los Advisory Neighborhood Commissioners (ANCs, por sus siglas inglés), es decir los representantes de la junta vecinal. "Sabemos que tenemos un impacto en la comunidad y por eso hablamos no solo de nuestra misión de ayuda a los jóvenes migrantes, sino también de nuestra intención de no alterar la vida de nuestros vecinos".
El albergue
El albergue tiene la capacidad de acoger hasta 22 jóvenes. Cuenta con un espacio de tres niveles, con camas, baños, cocinas, terraza, sala de reencuentro familiar, comedor, salón de juegos y hasta una aula de clases. El propósito es que los muchachos que permanezcan en este albergue sean todos de un mismo género para facilitar su supervisión y adaptación a una vida completamente distinta a la de sus países de origen, en un corto tiempo.
Después de un largo proceso de la aprobación de la póliza de seguros, los permisos correspondientes para contratar el personal que estará a cargo del cuidado y supervisión de los adolescentes, el albergue está a un paso de recibir la licencia de la alcaldía que permite su funcionamiento. Se requiere, además, el certificado de ocupación, o "Certificate of Occupancy", para garantizar que el uso del edificio, estructura o terreno que otorga el Distrito de Columbia es el adecuado.

El albergue tendrá 25 empleados, entre ellos tres trabajadores sociales para facilitar los procesos legales y de estudios de familia que permitirán la reunificación con sus padres, abuelos, tíos u otro familiar en EEUU. También contarán con trabajadores de salud para hacer seguimiento de vacunaciones necesarias para los adolescentes y personal de supervisión.
Por razones de seguridad, a los jóvenes no se les permitirá abandonar el recinto del albergue solos. Según indica la directora, esto es para no exponerlos a situaciones de riesgo. Podrán recibir clases diarias y ser evaluados para conocer sus necesidades académicas y darles el apoyo que requieran. Para eso el albergue contará con dos educadores. El objetivo a mediano plazo es contratar a más trabajadores sociales, teniendo en cuenta que son varios casos de estudio para reunificarlos con sus familiares.
Una de las principales tareas es la de acompañar a los adolescentes en el proceso de adaptación enseñándoles la necesidad de ser parte de las tareas diarias de vivir en comunidad donde todos tienen responsabilidades y deberes.
Desde España
La organización comenzó los programas de refugiados y protección de menores en España, hace 15 años atendiendo a quienes llegaban a la frontera sur española. La solicitud presentada para que les permitan funcionar, coincide con el aumento de la llegada de buses a nuestra región con migrantes que provienen de Texas, enviados por el gobernador republicano, Greg Abbott, a Washington DC en rechazo contra las políticas migratorias del presidente Joe Biden. Sin embargo, las organizaciones pro inmigrantes del área se han volcado a ayudar a los viajeros, quienes se encuentran en procesos de solicitud de asilo.