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Dimite Boris Bondarev el primer alto diplomático ruso en protesta por la guerra de Putin en Ucrania

Boris Bondarev dimitió en Ginebra a través de una carta en la que critica abiertamente los problemas de su país y de quienes mandan

Boris Bondarev dimitió como alto diplomático ruso en una carta a la ONU
Imagen referencial de la Organización de Naciones Unidas en el Foro de Revisión de la Migración Internacional. Foto: @ONU_es

El diplomático ruso en la Organización de Naciones Unidas (ONU) Boris Bondarev ha dimitido. Indicó en una carta que durante veinte años de su carrera diplomática ha visto diferentes giros de la política exterior. Pero que nunca se había sentido tan avergonzado de su país como desde el pasado 24 de febrero de este año.

“La guerra de agresión desatada por Putin contra Ucrania y, de hecho, contra todo el mundo occidental, no es solo un crimen contra el pueblo ucraniano. Sino también, quizás, el peor crimen contra el pueblo de Rusia”, empieza en su carta.

Asegura que Putin solo quiere permanecer en el poder

Indicó que esto tacha todas las esperanzas y perspectivas de una sociedad libre próspera en Rusia.  Además, Bondarev envió mensajes de críticas a Putin, sosteniendo que aquellos que quieren la guerra solo desean permanecer en el poder para siempre.

“Quienes concibieron esta guerra solo quieren una cosa: permanecer en el poder para siempre, vivir en palacios pomposos e insípidos, navegar en yates comparables en tonelaje y costo a toda la Armada rusa, disfrutar de poder ilimitado y total impunidad”.

Afirmó que para lograrlo están dispuestos a sacrificar tantas vidas como sea necesario. Y prueba de ellos los miles de rusos y ucranianos que ya han muerto en la invasión.  “Lamento admitir que durante estos veinte años el nivel de mentiras y la falta de profesionalismo en el trabajo de la Cancillería ha ido aumentando todos los tiempos.  Sin embargo, en los últimos años, esto se ha vuelto simplemente catastrófico”.

Boris Bondarev arremete contra ministro Serguéi Lavrov

Por otra parte, aseveró que ha habido un cambio de información y análisis imparcial por clichés de propaganda que se asemejan al espíritu de los periódicos soviéticos de la década de 1930.

“El ministro Lavrov es un buen ejemplo de la degradación de este sistema. En 18 años, pasó de ser un intelectual profesional y educado, a una persona que constantemente emite declaraciones contradictorias y amenaza al mundo con armas nucleares”.

Finalizó diciendo que el Ministerio de Relaciones Exteriores “ya no se trata de diplomacia, sino de belicismo, mentiras y odio”. A su juicio Rusia ya no tiene aliados, e indicó que no hay nadie a quien culpar, sino a su “política temeraria y mal concebida.

“Estudié para ser diplomático y soy diplomático desde hace veinte años. El Ministerio se ha convertido en mi hogar y mi familia. Pero simplemente ya no puedo compartir más esta ignominia sangrienta, estúpida y absolutamente innecesaria”.