Cuando todo parecía que se quedaba en la nada, el Concejo de DC aprobó cambios de última hora en el presupuesto para el año fiscal entre octubre de 2022 y octubre de 2023. Esta partida trae una novedad: $20 millones más para los excluidos de los programas de beneficios federales durante la pandemia.
Esta cifra se destinará siempre que haya un superávit presupuestario. La concejal Elissa Silverman, quien introdujo esta enmienda, en la sesión del Concejo, proyectó que a mediados del próximo año se habrán superado las expectativas; por lo tanto, esa cantidad está asegurada. El presupuesto general de la ciudad será de $19,5 mil millones.
Este monto se sumará a los $15 millones aprobados en 2020 y los $41 millones del año pasado.
Servirá para aliviar el impacto de la pandemia que aún siguen sufriendo los indocumentados y los excarcelados que buscan incorporarse a la sociedad.
La coalición “No me excluyas”, que aglutina a organizaciones como la Alianza de Trabajadoras Domésticas de DC, Vendedores Unidos, Trabajadores Unidos de Washington DC y otras, estima que unos 15 mil habitantes, la mayoría hispanos, siguen necesitando de un chaleco salvavidas para reflotar su maltrecha economía, agobiada por las deudas y las necesidades postergadas.
“Estas personas aún no están fuera de peligro, muchos no consiguen empleo a tiempo completo y sus salarios han mermado. Estos $1 mil que recibirá cada uno aliviará en algo su crisis”, señala un comunicado de la coalición.

“Es un pequeño respiro”
Silverman, durante el debate presupuestario aseguró que “muchos de estos trabajadores no tienen su economía asegurada y de llegar una recesión van a tener muchos problemas”. El Concejo aprobó esta enmienda por unanimidad, pese a la oposición de la alcaldía, cuya directora de presupuesto, Jenny Reed, a través de un comunicado recordó que en 2021 se destinaron $41 millones para los excluidos, “pero ahora DC está otra vez abierta y las oportunidades abundan”.
Según Mario Cristaldo, director de Trabajadores Unidos, el objetivo “siempre será completar la meta de 200 millones, pero en estos momentos cualquier suma es bienvenida, estos 20 millones serán un pequeño respiro en los bolsillos de los jornaleros, las empleadas domésticas, trabajadores de restaurantes, de limpieza y vendedores de la calle”. Para facilitar la entrega de esta ayuda se creó el programa DC Cares en 2020, que también incluye a los excarcelados.
Ahora mismo siguen repartiéndose los $41 millones. A cada excluido le está correspondiendo 3 mil 200 dólares si no ha recibido ninguna ayuda y 2 mil 300 si recibieron $1 mil en 2020. La entrega total debe concluir a mediados de agosto. “Todas las organizaciones involucradas en la identificación de las personas y las encargadas de la repartición estamos trabajando contra reloj, porque el dinero empezó a llegar tarde”, señaló Cristaldo.
Un carnet de identidad

Una de las mayores dificultades es que muchos de los excluidos no tienen una identidad que demuestre dónde viven. Eso los ha dejado al margen del programa DC Cares.
Un contrato de arrendamiento o una carta del dueño de casa, una cuenta de la luz, gas o internet sirven para probar la identidad y la dirección. “Mucha de nuestra gente no tiene nada de eso porque viven en un garaje o en cuartos que comparten con otros”, afirmó Cristaldo.
La buena nueva es que Trabajadores Unidos, el 25 de abril, logró un acuerdo con DC Cares. Este consiste en entregarles una identificación con una foto, el nombre, la fecha de nacimiento, la dirección y el número de teléfono del beneficiario. Ésta será válida por cinco años para acceder al fondo de ayuda, entrar a oficinas donde piden una identificación y para cambiar cheques.
Estos días, Trabajadores Unidos apresura la entrega de la identificación. Uno de los favorecidos es Marlon Bonilla. “Gracias a Dios ya me dieron mi carnet. Cuando repartieron los primeros $1 mil no pude demostrar que vivía en Washington, pensé que tampoco me iban a dar los $2 mil 300 que están repartiendo estos días, pero Diosito me ayudó. Con esa identificación me acaban de dar acumulado $3 mil 300, que se fueron rapidito en el pago de las deudas. Espero que de esos $20 millones algún día también me llegue alguito”.
Bonilla asegura que muchos de sus compañeros jornaleros de Home Depot ya han recibido la ayuda. “Poquito a poquito nos estamos acomodando, ya hay más trabajito, pero la inflación se está comiendo todo, pagaba $400 por un cuarto y me subieron a $500 y eso que vivo solo”.
Asdrúbal Mencía, otro jornalero de la plaza de Home Depot, fue uno de los que se benefició desde el principio, pero reconoce que muchos de sus amigos rentan cuartos. “Para ayudarlos estamos testimoniando que sí sabemos donde viven y de esa forma logramos que todos tengan la identificación que está aceptando DC Cares”.
Algunos, según Mencía, “duermen en casas de acogida y le aseguro que otros viven en la calle, comen en comedores populares y no tienen una dirección, algunos tampoco saben leer y escribir”. En estos casos sirven los testimonios de compañeros como única forma de probar que residen en la ciudad. Un documento que demuestre que han recibido o reciben atención de salud en DC también vale.
Para su información
Carnet. La identificación de Trabajadores Unidos se entregará a hombres y mujeres que no tienen un carné de identidad de DC y que trabajan en la economía informal como jornaleros, empleadas domésticas, vendedores ambulantes, empleados de limpieza, jardineros y otros. El costo es de $15.
Horario. Para obtener la identificación haga una cita llamando al (202) 299 01 92. Le atenderán en español. Lleve algún documento de identidad consular, una cuenta del pago de teléfono o cualquier correo con su nombre. Se atiende lunes, miércoles y viernes, desde la 1 pm hasta las 4 pm.
Recibo. De no tener ningún documento se recomienda pedirle un recibo del pago mensual a la compañía de teléfono. Esa prueba servirá para extenderles una identificación y esta a la vez les ayudará a recibir la ayuda de DC Cares.