Antes de acudir al recinto electoral de siempre es mejor informarse. Puede ser que su calle y su bloque tenga una nueva línea divisoria y por lo tanto un distinto lugar donde sufragar. Sobre todo, ponga más atención si vive en los distritos electorales 6, 7 y 8.
La plaza fuerte de los latinos solía ser el distrito 1 (Columbia Heights, Mount Pleasant y Adams Morgan). Ahora también lo son el distrito 4 (Petworth, Takoma Park y Fort Totten) y el 5 (Brookland, Brentwood y Edgewood). Esto se traduce en que los hispanos están más dispersos y el censo del 2020 los encontró en distritos más distantes como el 7 y 8, al otro lado del río Anacostia.
“Hablando del rediseño electoral y de nuestro futuro poder político, los latinos tenemos un desafío. Nuestro núcleo duro eran ciertas áreas del distrito 1, pero desde hace una década se ve un éxodo de esta minoría y eso tiene que ver con el alto costo de la renta en esa parte de la ciudad. Allí era donde podíamos haber inyectado nuestra fuerza e ideas cuando comenzaron las consultas sobre este último rediseño electoral, pero eso no se hizo, en parte por la pandemia y otros factores”, dijo Franklin García, quien fue representante a la sombra en el Congreso y candidato a concejal en las elecciones pasadas.
Aunque García cree que, como bloque de votantes en DC, “los hispanos no tenemos los votos suficientes para elegir a un candidato propio, nuestros votos sí pueden hacer la diferencia en contiendas políticas reñidas”. De allí viene la importancia de “mantener intacta a la comunidad en ciertos recintos, porque si pudiéramos estar concentrados en uno o dos distritos tendríamos más posibilidades de conseguir un curul en el Concejo”. Eso fue posible hacerlo en el censo de 2000, se trabajó en el distrito 1 para que a esta minoría no la dividieran zonalmente en términos electorales.
Un mandato del censo

El censo que se realiza cada 10 años trae consigo una obligatoriedad: una vez que se contabiliza la población hay que rediseñar las fronteras electorales para equilibrar el poder político y de representación de cada zona. La concejal Elissa Silverman es la que tuvo a cargo liderar las discusiones para dibujar el mapa electoral.
Durante los debates sobre el rediseño electoral, Keith Hasan-Towey, jefe del comité de alcance y educación electoral del Partido Demócrata, puso en la mesa las cifras del impacto político de los latinos en DC. “Los hispanos aumentaron en un 121% en el distrito 5 (Arboretum, Bloomingdale, Brentwood, Brookland), seguido de una significativa presencia en el 6”. Además, hay que tomar en cuenta que una sección del distrito 1 (Columbia Heights, Mount Pleasant, Adams Morgan), el voto de esta comunidad sigue teniendo algún impacto.
Los políticos demócratas en DC deben tomar en cuenta estos datos, porque los latinos votan en amplio margen (72.7%) por los candidatos de ese partido; un 17% lo hace por otras agrupaciones y solo el 5% por los republicanos. A nivel nacional, esta minoría también se decanta por el partido azul, en estas elecciones un millón más de hispanos que ya cumplieron los 18 años podrán sufragar.
Más hispanos en el 4
En DC la población se incrementó en un 14.6% en la pasada década, pero los barrios y distritos no crecieron por igual. Es el caso del 6, en cuyo dibujo electoral están vecindarios como Navy Yard, Capitol Hill, Waterfront, Gallery Place, Chinatown y The Wharf. Aquí hubo un aumento demográfico de hasta el 41.9%, con relación al resto y ésta es la razón, por la que allí fue el epicentro de los mayores cambios en sus linderos, en favor de los distritos 7 y 8.
El censo muestra que ningún distrito perdió habitantes, solo que el siete y el ocho crecieron menos. Para equilibrar esa diferencia se redibujaron las fronteras del distrito 6, algo parecido se hizo en el distrito 5 y 7. La meta es que cada distrito tenga un promedio de 86.193 habitantes, con un margen del 5% de más o menos habitantes.
Según García, “la nueva redistribución electoral no afecta tanto a los latinos. Muchos de ellos se están desplazando del 1 al distrito vecino que es el 4. “La misma concejal Janeese Lewis-George quien dice que ahora ‘su distrito es el que tiene más latinos’, ese es un ejemplo de cómo la comunidad se está moviendo”.

En eso coincide Claudia Barahona, vicepresidenta del DC Latino Caucus. “Nuestra comunidad se ha desplazado. Es muy diferente a lo que teníamos hace varios años. Nunca antes hemos tenido tantos latinos en los distritos 4, 5, 7 y hasta en el 8. Eso hace muy difícil organizarlos para apoyar a un candidato o darles a tiempo información sobre las elecciones”.
El poder detrás del púlpito
Aunque el liderazgo político latino en DC es casi inexistente, García destaca que tras cortinas varios hispanos en estas elecciones están tomando decisiones. Al menos cinco están dirigiendo campañas de candidatos a las concejalías y una de la alcaldía. Él mismo está dirigiendo la maquinaria electoral de Vincent Orange, aspirante al curul del distrito 5. “De ganar nuestros candidatos, tendremos acceso directo en la toma de decisiones en favor de nuestra comunidad”.
Para Joe Barrios, presidente del DC Latino Caucus, en este proceso de rediseño del mapa electoral de DC, la buena nueva es que por primera vez sí tuvimos presencia latina en la comisión que llevó adelante el debate. “Nos aseguramos que representantes de nuestra comunidad den su voz a la hora de redibujar las líneas en los distritos 1, 2, 3, 4 y 5. Ese fue un gran logro, lo desafortunado es que en la ciudad no hay una alta concentración de hispanos en una sola zona, lo que hace imposible dibujar un distrito solo para ellos”.
Por ahora lo importante, a criterio de Barrios, es que los latinos ya entraron en la Comisión Consultiva Barrial (ANC) y desde este primer paso comenzar a consolidar algunos distritos para que las nuevas generaciones de latinos se involucren políticamente”.