El crecimiento del empleo se ralentiza, las vacantes disminuyen y las solicitudes de beneficios por desempleo aumentan.
Matt Miller pensó que iba a recibir un ascenso cuando se reunió con su jefe el martes. En cambio, lo despidieron.
Hasta hace unos meses había sido dinámico el negocio de la compañía en la que trabajaba, una empresa que opera en industria del arte. Pero últimamente el nerviosismo por la caída de la bolsa y la posible recesión ha hecho que muchos operadores habituales frenen las nuevas compras.
"En los últimos tres meses, las ventas cayeron un 50 por ciento, luego otro 50 por ciento, hasta quedar básicamente en cero", dijo Miller, de 32 años, que está preocupado por las perspectivas de trabajo en el futuro. "La mayoría de nuestros clientes eran del sector inmobiliario o tecnológico, y han desaparecido. No quieren gastar $10.000 en un cuadro si temen que haya una crisis dentro de unos meses".
El mercado laboral, hasta ahora un pilar de la fortaleza económica, está mostrando grietas.
El crecimiento del empleo se ralentiza, las solicitudes de subsidio de desempleo aumentan y varias grandes empresas, como Apple y Meta, suspenden sus planes de contratación. Hay indicios de que más empresas están recortando puestos de trabajo en sectores tan variados como tecnología, publicidad, salud, finanzas y derecho.
La cadena de tiendas de conveniencia 7-Eleven despidió a 880 trabajadores en Texas y Ohio, tras la compra de una cadena rival, señaló un portavoz de la empresa en un correo electrónico. Ford Motor Co. planea recortar 8.000 puestos en las próximas semanas, según informó Bloomberg. Mientras tanto, el fabricante de autos eléctricos Rivian está reduciendo 700 empleos, la empresa de reparto Gopuff está despidiendo a 1.500 personas y el prestamista hipotecario LoanDepot está eliminando 4.800 puestos de trabajo este año, según los informes.
"Lo que había sido una noticia universalmente positiva para el mercado laboral lo es menos ahora", dijo Liz Ann Sonders, directora gerente y estratega principal de inversiones de Charles Schwab. "Empiezan a acumularse las anécdotas de empresas que despiden a trabajadores o que congelan la contratación o limitan las ofertas de empleo".
El número de ofertas de empleo activas en múltiples plataformas online ha descendido en todo el país durante cinco semanas consecutivas, según un análisis de Julia Pollak, economista laboral de ZipRecruiter.
Por su parte, las solicitudes iniciales de subsidio por desempleo aumentaron en 7.000 la semana pasada y se han incrementado en un 51 por ciento desde mediados de marzo, aunque siguen estando cerca de los mínimos históricos, según los datos del Departamento de Trabajo.
El enfriamiento del caliente mercado laboral es, en muchos sentidos, exactamente lo que los responsables políticos han estado tratando de diseñar. Se espera que la semana que viene la Reserva Federal suba las tasas de interés por cuarta vez este año con la esperanza de frenar la economía lo suficiente como para controlar la inflación sin provocar una pérdida de empleo generalizada o una recesión. La Reserva Federal espera que la tasa de desempleo aumente gradualmente desde el mínimo de casi 50 años del 3,6 por ciento hasta el 4,1 por ciento en 2024, con la esperanza de que la mayor parte de la desaceleración se produzca en forma de menos ofertas de empleo y contrataciones en lugar de recortes y despidos.
Pero lograr ese equilibrio puede ser difícil. Los economistas laborales afirman que cada vez les preocupa más que el panorama pueda agravarse rápidamente.
"Las cosas se han ralentizado; en algunos lugares, de forma bastante pronunciada", dijo Guy Berger, economista principal de LinkedIn. "Ahora mismo no hay nada que parezca que estemos experimentando una recesión, pero en algún momento podemos pasar fácilmente a un aumento de los despidos y del desempleo. El abanico de anécdotas [de despidos] y su procedencia es cada vez más amplio".
Este último dato surge tras dos años de tórrido crecimiento del empleo que marcó la más rápida recuperación del mercado laboral de la historia. Se han recuperado casi todos los 20 millones de empleos perdidos en las primeras semanas de la pandemia. Los empresarios estadounidenses crearon más de 6 millones de puestos de trabajo sólo el año pasado, y las ofertas de empleo siguieron superando a las solicitudes de empleo en casi dos a uno en mayo.
Pero la desaceleración más general en otras partes de la economía estadounidense está empezando a tener efectos en el mercado laboral.
El enfriamiento más pronunciado, según Berger, se ha producido en el sector tecnológico, que experimentó un rápido crecimiento durante la pandemia. La contratación en el sector tecnológico ha caído un 9,1 por ciento en el último mes, comparado con el descenso del 5,4 por ciento en la contratación en todos los sectores, según datos de LinkedIn.
El número de empresas tecnológicas y de nueva creación que despiden trabajadores ha aumentado en las últimas semanas. Netflix, Tesla y Coinbase han anunciado recortes de puestos de empleo o el congelamiento de la contratación. Vimeo, la plataforma de vídeo en línea que en su momento fue una de las favoritas de la tecnología, ha anunciado esta semana que va a despedir al 6 por ciento de su plantilla.
"Tomamos esta decisión para asegurarnos de que salimos de esta recesión económica como una empresa más fuerte", dijo Anjali Sud, directora ejecutiva de la empresa, en una nota dirigida a los empleados. "La realidad es que las difíciles condiciones económicas que nos rodean han afectado a nuestro negocio. Debemos asumir que estas condiciones seguirán siendo un reto en el futuro inmediato, y que no somos inmunes".
El miedo a la recesión puede convertirse en la profecía autocumplida: si las familias y las empresas empiezan a replegarse porque están nerviosas por su futuro financiero, eso puede ser suficiente para desencadenar una recesión. Hasta ahora, los estadounidenses han seguido gastando mucho, sobre todo en servicios, así como en alimentos, gasolina y otras necesidades, incluso cuando los precios suben. Sin embargo, los economistas advierten que la situación podría cambiar rápidamente si la pérdida de puestos de trabajo aumenta, o si los estadounidenses empiezan a recortar el gasto porque temen perder su empleo.
Neal Kemmerer perdió su trabajo en una empresa de robótica en Lafayette, Indiana, hace cuatro semanas. Desde entonces, se ha postulado al menos a 300 puestos de trabajo pero sólo ha conseguido una entrevista.
Con mucha más frecuencia, le notifican que las búsquedas laborales a los que se presentó han sido suspendidas o cerradas, dijo. En enero, lo que parece haber sido hace siglos, podía elegir entre cuatro ofertas de trabajo.
"Soy padre soltero de dos hijos, así que me he estado postulando desesperadamente a entre 75 y 100 trabajos a la semana", contó Kemmerer, de 38 años. "Pero ya no hay nada por aquí".
Ganaba $60.000 al año como jefe de planta en Starship Technologies, que fabrica robots de reparto de alimentos. Pero la mayoría de las vacantes que está encontrando ahora son en el sector de la fabricación para empresas como Subaru y Caterpillar, y los salarios tienen un máximo de $19 por hora, o menos de $40.000 al año, dijo Kemmerer.
Durante la pandemia, muchos trabajadores vieron aumentar sus ingresos por primera vez en años. Sin embargo, el crecimiento salarial está empezando a disminuir, sobre todo si se tiene en cuenta el aumento de la inflación. El salario medio por hora ha subido más de un 9 por ciento en los dos últimos años, mientras que los precios han aumentado alrededor de un 15 por ciento en ese mismo periodo.
"Las aguas están bastante tranquilas en este momento, pero hay un poco de agitación por delante", dijo Nick Bunker, director de investigación económica en el Laboratorio de Contratación de Indeed. "La Reserva Federal sigue subiendo las tasas de interés. No está claro qué tan inestable podría ponerse la situación".
Katherine Loanzon, reclutadora de personal para el sector legal en la ciudad de Nueva York, dice que ha habido una marcada desaceleración en la contratación, especialmente entre las firmas especializadas en derecho corporativo. Las fusiones y adquisiciones han disminuido, al igual que las ofertas públicas iniciales.
Algunos grandes bufetes de abogados, contó, han congelado la contratación, aunque siguen publicando anuncios en sus sitios web. Otros están suspendiendo los aumentos de sueldo y tardando mucho más en contratar abogados.
"La gente es mucho más cuidadosa que [durante] el frenesí de contratación empresarial de 2021", afirmó Loanzon, directora gerente de Kinney Recruiting. "Todavía no hemos visto despidos, pero... ese suele ser el siguiente paso".
Algunos de los mismos trabajadores que fueron ceremoniosamente cortejados y contratados en 2021 se encuentran ahora entre los despedidos.
Pete Basgen estaba felizmente empleado en una empresa de tecnología el pasado otoño cuando se le acercaron los reclutadores de una compañía de software de transmisión en directo con un aumento de sueldo del 40 por ciento y la promesa de crear su propio equipo de estrategia creativa. Asumió el cargo en noviembre y consiguió contratar a un puñado de empleados antes de que él -junto con la mayor parte de su equipo- fuera despedido el mes pasado. A los ejecutivos de la empresa de San Francisco les preocupó que el negocio se agotara repentinamente si se producía una recesión, según le dijeron.
"Me sacaron de mi último trabajo, me ofrecieron un gran salario y una gran cantidad de acciones, y luego me despidieron", comentó, añadiendo que no estuvo en la empresa el tiempo suficiente para que los beneficios de las acciones se hicieran efectivos.
Muchas de las empresas con las que habla ahora, contó, están dispuestas a contratar consultores o trabajadores contratados, pero se muestran reticentes a tomar a un empleado asalariado a tiempo completo.
"Parece una economía muy diferente a la que había en noviembre", dijo el hombre de 37 años.
Ethan Engel perdió este mes su empleo de analista de datos en Phoenix después de que la empresa internacional de seguros para la que trabajaba cancelara un contrato de 18 meses a mitad de camino. Las 60 personas del proyecto de digitalización de datos fueron despedidas.
"Por lo que oímos, fue porque vieron venir esta recesión, y esa fue la gota que derramó el vaso", dijo Engel, de 24 años. "En realidad no había mucho trabajo nuevo".
Engel ha pasado las últimas tres semanas postulándose a docenas de puestos de trabajo en las áreas de análisis de datos, defensa, industria aeroespacial, banca y seguros, pero aún no ha conseguido ni una sola entrevista.
El martes, se inscribió para ser conductor de reparto de Amazon. Si consigue el puesto, tendrá una reducción de sueldo del 30 por ciento.
"Finalmente tuve que decir: 'Bueno, necesito encontrar cualquier tipo de trabajo'", dijo. "Necesito que entre algo de dinero".
Washington Post - Abha Bhattarai y Lauren Kaori Gurley
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