El rey Carlos III subió al trono tras la muerte de su madre, la reina Isabell II, con una serie de retos que debe asumir, entre ellos la crisis energética en Europa, la jefatura de la Commonwealth y el principal: salir debajo de la sombra de su madre, quien llevaba 70 años en el poder y era muy popular.
La monarquía frente a la crisis energética
Diferentes países del Reino Unido se enfrentan a una crisis energética, así como a los estrepitosos aumentos del gas debido a la guerra entre Rusia y Ucrania. Los pronósticos señalan que dos tercios de la población tendrán dificultades para pagar sus facturas.
Este suceso ha hecho que las personas estén atentas tanto a los gastos como a las acciones que tomará la familia real en vista de este problema.
Las finanzas de la realeza
La procedencia de las finanzas de la familia real es un tema que siempre se encuentra entre los argumentos de los antimonarcas. Los fondos provienen principalmente de los contribuyentes que realizan un pago anual conocido como Subvención Soberana.
Ya el rey Carlos III ha empezado a tomar acción respecto a este hecho, reduciendo el lujo de los eventos reales. El periódico Daily Telegraph, citando fuentes de la corona, reseñó que la ceremonia de coronación del nuevo rey sería breve y menos costosa.
Una popularidad que aumentar
Encuestas realizadas entre 2021 y 2022 han mostrado que la población británica no considera tan relevante como antes tener una monarquía. Actualmente un 27% apoya la abolición de la monarquía, un aumento en comparación con el 15% durante la mayor parte del siglo XXI, según una encuesta de YouGov, realizada para el grupo antimonárquico Republic en mayo.
La Encuesta británica de actitudes sociales, que mide regularmente los sentimientos de una muestra de la población respecto a la monarquía, muestra que en 2021 solo 14% de las personas de entre 18 y 34 años consideraban "muy importante" que Reino Unido tuviera una monarquía.
Es decir, existe una insatisfacción y falta de interés principalmente en los jóvenes.
¿Los reyes no opinan?
Actualmente los poderes de la corona, bajo el modelo de monarquía constitucional británica, son en su mayoría simbólicos y representativos/ceremoniales. Por lo que se espera que los miembros de la familia real se mantengan políticamente neutrales.
El inconveniente con Carlos III es que anteriormente ha opinado sobre diversos temas. Así lo demuestran las decenas de cartas que escribió en 2015 a ministros del gobierno expresando preocupaciones sobre temas como las finanzas, las Fuerzas Armadas y la medicina herbaria.
El profesor Vernon Bogdanor, destacado experto constitucional, explicó que por esta razón el rey está consciente de que ahora deberá mantenerse al margen respecto a algunos temas.
El 12 de septiembre, mientras se dirigía a los miembros del Parlamento, Carlos III reconocía que había intereses que ya no podía perseguir y se refirió a ese órgano del Estado como "el instrumento vivo y que respira" de la democracia británica.
La Commonwealth
Carlos III pasó a ser jefe de la Commonwealth, una asociación política de 56 países, en su mayoría antiguas colonias británicas. También es el jefe de Estado de 14 países además de Inglaterra.
En los últimos años estas naciones pertenecientes a esta mancomunidad han debatido entre sí mantenerse bajo el mando de la corona británica, a finales de 2021 Barbados dio el paso a convertirse en república, destituyendo a la reina como jefa de Estado.
Muchas de estas excolonias británicas fueron centros de comercio transatlántico de esclavos por más de 200 años y durante la gira del príncipe William por el mar Caribe, a principios de 2022, se observaron protestas anticoloniales; así como pedidos de reparación por la esclavitud.
Será un desafío para el rey Carlos definir una relación más moderna con la Commonwealth, así como enfrentarse al legado del colonialismo y la esclavitud.
Un rey mayor
Carlos subió al trono a la avanzada edad de 73 años, por lo que muchos se preguntan cuántas de los extensos deberes reales será capaz de hacer por su cuenta.
Existen especulaciones de que su hijo, el príncipe William, será su mano derecha respecto a la carga de compromisos reales, especialmente las giras en el extranjero, las que la reina Isabell II dejó de hacer a sus 80 años.
Fuente principal de la noticia: BBC.