El fútbol argentino vivió una tragedia la noche de este jueves 6 de octubre, luego de que un hombre de 57 años falleció por un infarto en los fuertes disturbios registrados en el partido entre Gimnasia y Esgrima de La Plata y Boca Juniors.
El encuentro disputado en el Estadio Juan Carmelo Zerillo tuvo que ser suspendido a los nueve minutos de juego debido el humo de los gases lacrimógenos lanzados por la policía en uno de los accesos del recinto deportivo.
Sergio Berni, ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, aseguró que el caos se generó por la sobreventa de entradas para el partido.
“Muchos hinchas querían ingresar sin entrada. Hoy había 350 policías, los contratados. Pero venden más entradas, y qué pasa, cuando tienen que controlarlas, se quedan sin internet, y empiezan los empujones y nadie se hace responsable”, declaró.
El hombre que murió se llamaba Carlos Regueiro. “Es una muerte que se podía haber evitado. Hay un responsable que tendrá que rendir cuentas”, expresó Berni.
La tragedia en el fútbol argentino pudo ser mayor
De la misma manera, un camarógrafo fue herido tras recibir el impacto de balas de goma y otras 100 personas tuvieron que ser atendidas en los hospitales de la zona. El juego se suspendió indefinidamente.
“La responsabilidad de lo sucedido es toda del club organizador del espectáculo”, dijo Berni, quien al mismo tiempo evitó responsabilizar a los cuerpos de seguridad. “Había como 10.000 personas en las afueras del estadio cuando las puertas ya se habían cerrado”, agregó.
Gimnasia y Esgrima La Plata informó a través de un comunicado que exigirá una investigación para dar con los responsables de la jornada violenta. El club replicó la versión del ministro Sergio Berni, e indicó que ellos cumplieron con los protocolos de seguridad y que no hubo sobreventa de entradas.
Fuente principal de la noticia: El País
