El gigante tecnológico y de comercio electrónico Amazon anunció recientemente que estaría despidiendo a 18 mil empleados. Twitter, Meta, Salesforce y otras compañías, tanto de Big Tech como de otras industrias, han anunciado lo mismo.
Los CEO han informado que tiene que ver con la economía incierta, contrataciones rápidas y aumento en los costos laborales. Así, miles de estadounidenses quedan sin trabajo, pero los trabajadores inmigrantes con visas H1-B se quedan sin el empleo, sin estatus migratorio y con la incertidumbre por delante.
Está claro que el dominio en ciencia y tecnología de los Estados Unidos ha dependido durante mucho tiempo de un flujo constante de personas talentosas del exterior.
Sin embargo, el sistema H-1B, y la inmigración estadounidense en general, no ha evolucionado mucho desde el último proyecto de ley de inmigración importante en 1986.
Según reseña Wired, un sistema migratorio desactualizado y saturado es una pérdida no solo para los trabajadores, sino también para las empresas y quizás para todo el país.
Las fallas del sistema migratorio y la vulnerabilidad
Las tan buscadas visas H1-B son otorgadas a los trabajadores inmigrantes con habilidades especiales que tienen el patrocinio de un empleado en el país.
- Muchos de estos permisos de cantidad limitada son utilizados por las grandes empresas tecnológicas y esto se vuelve un problema cuando esas mismas compañías están haciendo despidos masivos.
- Amazon y Meta, que en conjunto han anunciado al menos 29 mil despidos en los últimos meses, solicitaron cada uno patrocinar más de mil nuevas visas H-1B en el año fiscal 2022, que empezó en octubre pasado, según cifras del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de EE. UU.
- Cuando un trabajador con visa H1-B es despedido, debe tener el patrocinio de otra empresa dentro de los siguientes 60 días o deberá abandonar el país.
Meta y otras empresas tecnológicas han sido criticadas por depender en gran medida de trabajadores extranjeros. Un estudio de 2018 encontró que más del 70% de los trabajadores tecnológicos en Silicon Valley nacieron en otro país.
En el año fiscal 2021, casi el 70% de las visas se destinaron a trabajos “relacionados con la informática”, según datos del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de EE. UU. Muchos de estos trabajadores eventualmente convierten sus visas en residencias permanentes.
Sin embargo, debido a las restricciones en la cantidad de solicitudes para estas visas, los inmigrantes de países más grandes, como la India, pueden tardar décadas en recibir una greencard, lo que deja a muchas personas que trabajan con un H-1B atadas a un empleador durante años.
Y en ese tiempo, son vulnerables a impactos que afectan sus vidas, como algunos inmigrantes de los recientes despidos en las empresas de Big Tech.
“Debido a que nuestro sistema ha estado tan atrasado, estos titulares de visas han construido vidas aquí durante años, tienen un hogar, hijos y redes personales y profesionales que se extienden durante años”, dice Linda Moore, presidenta y directora ejecutiva de TechNet, un grupo de cabildeo que incluye a casi todas las principales empresas tecnológicas.
“Simplemente han estado atrapados en este sistema que no les da claridad ni certeza”, agrega Moore.
Por su parte, Faraz Khan, director legislativo del sindicato de la Federación Internacional de Ingenieros Profesionales y Técnicos agrega: “Las reglas y regulaciones bajo las cuales trabajan no son ventajosas para ningún trabajador que se encuentre en algún tipo de situación desafortunada”.
La pérdida de las empresas
Según Wired, las pérdidas también son para las empresas tecnológicas, quienes han invertido décadas y millones de dólares para presionar por reglas más amables y por un aumento en la cantidad de visas disponibles, y en patrocinar a cientos de miles de trabajadores.
- Sin embargo, el proceso permanece sin cambios, y los despidos significan que algunos trabajadores calificados que las empresas competidoras podrían contratar, se irán de Estados Unidos.
- Los trabajadores actuales con visa H-1B que se salvaron de los recortes y quienes recién obtuvieron el permiso tampoco salen ganando porque la ley de inmigración prohíbe a las empresas patrocinar una nueva tarjeta verde para un trabajador extranjero si recientemente han despedido a un residente de EE. UU. en un trabajo similar.
- Los esfuerzos para reformar el sistema H-1B han fracasado en parte porque no todos creen que aumentar la inmigración calificada sea algo bueno.
Para Khan, del sindicato de la Federación Internacional de Ingenieros Profesionales y Técnicos, más que aumentar el número de visas H-1B, se debería invertir en entrenar a más trabajadores estadounidenses y que las empresas nacionales compitan por los empleados domésticos, en vez de traer extranjeros que podrían reducir la presión para aumentar los salarios.
Moore discrepa, apuntando a la disminución de la competitividad de Estados Unidos en ciencia e ingeniería y el éxito de China, que duplica y triplica el número de graduandos en esas áreas.
“Seguiremos cayendo, ya que otros países se están aprovechando de nuestras debilidades y nuestra incapacidad para actuar en cosas como la consolidación de nuestro sistema de inmigración”, dice.