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Joseph Leitmann-Santa Cruz: “Estamos aquí para ayudar a los pobres”

Es director ejecutivo de la organización que ayuda a transitar a las familias pobres hacia la clase media

DIRECTOR. Joseph Leitmann-Santa Cruz, director ejecutivo de Capital Area Assets Builders (CAAB)/Olga Imbaquingo para El Tiempo Latino

Una redistribución de la riqueza más justa a través de la inyección de dinero en efectivo y la educación financiera a las familias pobres de DC son solo algunos de los caballos de batalla de Joseph Leitmann-Santa Cruz, quien acaba de cumplir cuatro años al frente de Capital Area Assets Builders (CAAB).

Esta organización nació hace 26 años para crear oportunidades de ahorro, seguridad financiera e inversión en educación, negocios y vivienda. ¿Los beneficiarios?, familias e individuos de ingresos bajos y moderados, en Washington DC y los condados de Prince George, Montgomery en Maryland; y, Arlington, Fairfax y la ciudad de Alexandria, en Virginia.

Nacido en la ciudad Guatemala, emigró a los 16 años a Estados Unidos. Desde que trabaja en CAAB siempre está buscando que una fracción de las donaciones, ayudas financieras y recursos que las empresas le confían a CAAB vayan también a favor de las familias latinas.

“La génesis de nuestra existencia son los programas de ahorro que hemos creado para ayudar a las personas en desventaja a alcanzar sus metas financieras, entre ellos los inmigrantes. En agosto pasado alcanzamos la familia número mil que logró comprar su vivienda en la región metropolitana, gracias a nuestros programas de ayudas financieras directas. Esa es la mejor forma de crear riqueza entre los afroamericanos y latinos”.

Capital Area Assets Builders (CAAB) ha construido su legado, como una organización sin fines de lucro, concentrando sus esfuerzos en cómo lograr que las familias de bajos recursos avancen hacia la clase media.

Joseph Leitmann-Santa Cruz, incluso antes de llegar a ser el director ejecutivo, hacía de la entrega de dinero para crear cuentas de ahorros y la educación financiera sus cruzadas. “Creo en el sueño americano, pero sin plata poco se puede alcanzar”, dice.

El más reciente esfuerzo en el que su equipo de 21 empleados está comprometido es en la distribución de $400 mil conseguidos del fondo de $95 millones del Health Equity Fund. Se seleccionaron unas 30 organizaciones y todas recibirán un monto similar.

“Fuimos escogidos en el primer grupo por nuestro enfoque en la salud financiera, sin importar el origen, la raza o el idioma de las personas. Nuestro objetivo principal es crear riqueza y reducir la brecha económica dentro de la comunidad, con la aspiración de conseguir estabilidad”.

Inyección directa al bolsillo

Para este 2023 tiene una agenda claramente delineada. La creación de ahorro para comprar una vivienda y una campaña intensa para que las familias empiecen a construir un crédito financiero, son una continuación de lo que CAAB viene haciendo desde sus inicios. No se perderá de vista la transferencia de dinero en efectivo, sea para pagar el alquiler a tiempo y evitar un desalojo, comprar los útiles escolares, alimentos o medicinas.

Se continuará trabajando con las familias para que empiecen a ahorrar y paguen sus deudas, aumenten su plan de jubilación o se aseguren un techo. Esto lo hacen con la participación de varias agencias del gobierno de la ciudad. Este año también se proponen lanzar iniciativas con entidades privadas.

Un acuerdo reciente con la organización My Sister’s Place permitirá la entregar $500 mensuales, durante dos años, a las víctimas de violencia doméstica para que lo gasten a discreción en lo que más necesiten. 45 mujeres serán favorecidas, todas tienen al menos un hijo menor de edad.

También es para los latinos

“Lo que mejor sabemos hacer es captar dinero de donaciones, administrarlo y distribuirlo. Antes de la pandemia trabajamos con el Departamento de Servicios Humanos en programas de estabilidad económica y llegamos a entregar hasta $8 mil 400 anuales a quienes estaban en peligro de desalojo”.

Cuando comenzó la crisis sanitaria, las asociaciones de bienes raíces de DC y del condado de Montgomery contrataron a CAAB para que trabajara con agentes de bienes raíces y estos identificaran inquilinos que estaban atrasados con la renta. Los ayudaron hasta con $3 mil. En los últimos tres años, más de 3 mil familias se han beneficiado de las iniciativas de esta organización.

En todos los programas, incluido el de las víctimas de violencia doméstica, está presente el componente de inclusión racial. “Trabajamos para los más pobres, incluidos los que no tienen seguro social ni estatus migratorio definido. Nos aseguramos de que las entidades que trabajan con los latinos sepan que tenemos estas iniciativas e informen a la comunidad. También procuramos exponer exitosos testimonios de hispanos para que sepan que CAAB está para ellos también”.

Servicio en inglés y español

“Desarrolla crédito y prosperidad” será la campaña, en inglés y español, que CAAB pondrá a rodar en la primavera. Traerá incluido pequeños préstamos para que las familias pongan la primera piedra para construir o reconstruir su crédito.

“El año pasado distribuimos $4 millones en la comunidad y ahora mismo tenemos $5.7 millones disponibles para repartirlos. Estos no son préstamos, son ayudas directas que cubren necesidades básicas de las familias”.

Además, están ya diseñadas 50 clases de educación financiera para todo el año y consejería financiera para unas 500 personas, tanto en inglés como en español. Eso les ayudará a las personas a tomar mejor sus decisiones, concernientes a su dinero y a su futuro.

La contratación, por parte de CAAB, de dos jóvenes profesionales latinas tiene el objetivo de facilitar la atención a este segmento de la población.

Director, padre y estudiante

La firme creencia de Leitmann-Santa Cruz es que “no importa donde nació, si usted vive en DC es un residente de DC”. Esa certidumbre lo ha convencido de que aquí debe haber espacio y derecho para todos de ir a la universidad, crear un negocio o tener vivienda propia.

El mejor ejemplo es Daisy Mozo, una joven salvadoreña que estudió trabajo social en la universidad. El plan de ahorro de CAAB le pidió poner a ella $1 mil 500 en una cuenta, cuando lo hizo esta organización le aportó seis mil 500 y con eso pagó los dos últimos semestres de su carrera.

Leitmann-Santa Cruz desde temprana edad aprendió a llenar las cotas de generosidad y servicio al prójimo que su madre y su abuela iban repartiendo, aunque ellas mismas no eran personas de riquezas. “Jamás abandoné la perspectiva de que todos se merecen los mismos derechos, que esos están dados por Dios a todos los seres humanos; y que, si el resto prospera, todos nos beneficiamos”.

Consciente de que él es el resultado de ese sueño americano, en sus noches “roba” el tiempo para sus hijos y da lustro a las estadísticas para completar su maestría en Políticas Públicas, en American University. Puede hacerlo porque tiene el respaldo de su esposa y porque sabe que eso le ayudará a entender mejor cómo aplicar la teoría a la práctica en favor de lo que él llama “nuestra comunidad”.

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