El presidente de la junta directiva del Banco de la Reserva Federal, Jerome Powell, durante una alocución ante el comité de banca del Senado. FOTO: Haiyun Jiang - The New York Times.
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Las últimas cifras confirman la predicción de Jay Powell de un trayecto "accidentado" hacia frenar la subida de precios.

Jay Powell advirtió la semana pasada que el camino de la Reserva Federal para reducir la inflación estadounidense este año "probablemente será accidentado".

Pero la predicción del presidente de la Fed sobre un proceso irregular se hizo más evidente esta semana tras la publicación de nuevas cifras que muestran que la economía estadounidense no se está desacelerando tan rápidamente como se esperaba.

El resultado es que Powell y el resto de la Fed están lidiando con un posible nuevo punto de inflexión en las perspectivas económicas que podría complicar su tarea y arruinar nuevamente sus planes para la implementación de políticas.

Por un lado, los responsables de la Reserva Federal confían más en evitar una desaceleración rápida o incluso una recesión a corto plazo, lo que significa que aún se vislumbra un aterrizaje "suave". Sin embargo, lo más inquietante es que la batalla del banco central contra la alta inflación parece lejos de haber terminado.

Tras haber subido las tasas de interés de casi cero hasta cerca del 4,75 por ciento durante el pasado año, parece cada vez más probable que la Reserva Federal tendrá que subirlas aún más de lo previsto para enfriar la economía estadounidense.

"Las cifras recientes incentivan a la Reserva Federal a hacer más", afirmó Kathy Bostjancic, economista en jefe de la aseguradora Nationwide. "Creo que la pregunta que se hacen los mercados es: ¿cuánto más? ¿Se detendrán en el 5,5 por ciento? ¿Tendrán que subir a seis? Y sea cual sea la tasa final a la que lleguen, es probable que la mantengan ahí durante más tiempo".

Los datos económicos de las últimas semanas han dejado entrever el trabajo que aún queda por hacer. El martes, las cifras mostraron una moderación inesperada del aumento del índice de precios al consumo el mes pasado, hasta el 6,4 por ciento en comparación con el año anterior.

Al día siguiente, los datos revelaron un aumento sorprendentemente grande de las ventas minoristas mensuales en enero, lo que sugiere que los hogares estadounidenses aún se sienten cómodos gastando generosamente.

Ambas situaciones se produjeron tras un aumento del empleo en enero que superó los pronósticos, en un mercado laboral en constante ebullición. La presión sobre los precios también está siendo más fuerte en los servicios que requieren mayor mano de obra, como las reparaciones de automóviles.

Aunque la próxima reunión del Comité Federal de Mercado Abierto no se celebrará hasta finales de marzo, y antes de eso se publicarán nuevos datos sobre empleo e inflación, los economistas ya anticipan que los responsables del banco central elevarán sus proyecciones sobre la principal tasa de interés en la reunión.

En su estimación de diciembre, conocida como "gráfico de puntos", los funcionarios de la Reserva Federal preveían una tasa final de entre el 5 y el 5,25por ciento este año, lo que implicaba solo dos subidas de las tasas de un cuarto de punto en 2023; pero ahora parece que podrían subir más.

"Muy pronto empezarán a preparar esos puntos de marzo y esa tasa final se moverá al alza", indicó Michael Feroli, economista sénior de JPMorgan. Añadió que la Reserva Federal sopesa constantemente los riesgos de "hacer demasiado o muy poco", y que "sus reflexiones más recientes" se centrarán en la preocupación sobre hacer muy poco.

Para Powell, quien este mes celebró el quinto aniversario de su ascenso al mando de la Fed, las renovadas preguntas sobre si el banco central está siendo lo suficientemente agresivo con la inflación podrían ser desconcertantes. Después de que las presiones sobre los precios empezaran a aumentar a finales de 2021, la Reserva Federal se vio obligada a ponerse al día, aplicando subidas masivas de tasas de 75 y 50 puntos básicos a lo largo del año pasado.

En enero, la Reserva Federal parecía haber recuperado el rumbo: el banco central estaba dispuesto a reducir el ritmo de sus aumentos de tasas a niveles más tradicionales de un cuarto de punto, lo que reflejaba una mayor confianza en que tenía bajo control el crecimiento de los precios.

Sin embargo, en la última semana, los funcionarios de la Reserva Federal han tenido que volver a adoptar una postura más agresiva. "Es evidente que la demanda global sigue siendo muy superior a la oferta y que la inflación se sitúa muy por encima de nuestro objetivo del 2 por ciento. En materia de política monetaria, debemos restablecer el equilibrio de la economía", declaró el martes John Williams, presidente de la Fed de Nueva York. "Mantendremos el rumbo hasta lograrlo”.

David Wessel, experto en estudios económicos de la Brookings Institution, afirmó que ya no se puede acusar a la Reserva Federal de ir un paso atrás de las presiones sobre los precios, ya que ha recuperado su credibilidad en la lucha contra la inflación con su campaña de subidas generalizadas de las tasas de interés durante el pasado año.

En su lugar, indicó, el banco central vuelve ahora a una política más convencional, en la que tomará medidas en incrementos de un cuarto de punto en función de los datos.

"Han vuelto a la norma, que es mayor estabilidad", señaló. "Han subido mucho las tasas, y hay desfases en la política monetaria. Hay que tener cuidado de no pasarse".

Esa cautela puede estar particularmente justificada porque los datos de enero pueden ser especialmente poco confiables, y las cifras de empleo, inflación y ventas al por menor registradas el mes pasado aún pueden invertirse.

"Enero fue muy cálido y muy poco nevado en comparación con lo normal, y efectos meteorológicos como ése no persisten", explicó Ian Shepherdson, de Pantheon Macroeconomics. "No se deduce que haya fortaleza permanente".

Un punto positivo para Powell en la reciente racha de solidez económica es que las expectativas del mercado, que estaban empezando a valorar un final más rápido de la compresión que el banco central, ahora han cambiado de rumbo y están más en sintonía con las opiniones de la Fed.

"En cierto sentido, el mercado iba un paso atrás y ya alcanzó a la Reserva Federal", declaró Don Kohn, ex vicepresidente de la autoridad monetaria.

James Politi

Derechos de Autor - The Financial Times Limited 2021.

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