Imagina que sales del gym luego de una intensa rutina de piernas. Sientes los músculos tensos, el sudor, el calor y los latidos son evidentes... ¿tomarías un baño de agua helada?
Deportistas profesionales hacen esta práctica. Entre ellos el futbolista Lionel Messi, pilotos de Fórmula 1 como Carlos Sainz e incluso el tenista Novak Djokovic quien dijo que los "baños de hielo desnudo se sentían magníficos" en el US Open de 2018.
Diferentes estudios en la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos (NLM) han investigado la efectividad de esta práctica que promete beneficios como aliviar la inflamación y ayuda a recuperarse luego del ejercicio. Pero hay algunos resultados en contra y aún falta realizar más estudios.
Reduce la inflamación
La temperatura fría estrecha los vasos sanguíneos y disminuye el flujo de sangre hacia los músculos. Una investigación publicada en 2021 en la NLM sugiere que darse un baño helado después de hacer ejercicio ayuda a reducir la inflamación mejor que otros métodos como los calcetines de compresión.
Pero otro estudio realizado por el Instituto de Salud y Deporte de la Universidad Victoria, en Melbourne, Australia, señala que esta práctica puede dificultar las adaptaciones al entrenamiento que permiten desarrollar músculo y mejorar el rendimiento. Este posible efecto secundario puede aplicarse a los entrenamientos de resistencia, pero no a los aeróbicos.
Ayuda al sistema inmunitario
Los participantes de un estudio que combinaron la inmersión en agua fría, la respiración profunda y la meditación presentaron menos síntomas de infección bacteriana que las que no lo hicieron.
Pero es difícil saber hasta qué punto son eficaces los baños de agua helada para el sistema inmunitario porque el estudio analiza varios métodos.
Mejora la salud mental
Tomar un baño de agua helada 20 minutos 4 días a la semana hacía que las personas tuvieran menos estrés, ansiedad y depresión, descubrió un estudio de 2022.
Los científicos creen que exponer el cuerpo al agua fría desencadena una respuesta de estrés y activa el sistema nervioso. Por lo que darse un baño helado podría ayudar a adaptarse al estrés con el tiempo.
Pero la exposición repetida al frío - y como resultado al estrés - podría incluso suprimir el sistema inmunológico, reveló un estudio publicado por el Scientific Research Publishing.
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