Biobot Analytics, una empresa que rastrea las muestras de aguas residuales en 257 lugares en todo el país, señaló que los niveles promedio de COVID-19 en Estados Unidos son 5% más bajos en comparación a la semana pasada.
Los datos sobre aguas residuales mostraron que la nueva ola de COVID-19 se está estacando y puede estar disminuyendo.
Aunque los datos de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) muestran un aumento en las hospitalizaciones y muertes por COVID-19, las aguas residuales pueden indicar lo que está por venir con relación a los casos.
El aumento de los casos se registró entre mediados del verano, según indicaron los CDC. Ahora, la vigilancia de las aguas residuales muestra disminuciones de los casos en los estados del Atlántico medio, como Virginia y Maryland.
Un aumento de casos COVID-19 en medio oeste y noreste
La profesora asociada en el departamento de bioinformática y genómica de la Universidad de Carolina del Norte, Jessica Schlueter, señaló que los resultados del estudio de las aguas residuales indica una disminución de los casos COVID-19 en gran parte del país, sin embargo, algunos estados del medio oeste y noreste siguen en alza.
Amy Kirby, la directora del programa de monitoreo de aguas residuales de los CDC, señaló que los aumentos de COVID-19 coinciden con el inicio del año escolar, una situación que se convirtió en algo “normal” en los últimos tres años de seguimiento del virus.
"Hemos visto suficientes datos a lo largo de los años para saber que alrededor del momento en que comiencen las clases, comenzaremos a ver algunos aumentos", afirmó Kirby. Agregó que “los casos se estabilizarán y luego volverán a bajar antes de otro aumento en el invierno”.
El monitoreo de aguas residuales
WasterwaterSCAN, otro sistema de seguimiento de aguas residuales que trastea 183 sitios en 36 estados del país, señaló que están viendo una especie de aplanamiento en la curva de contagios.
Al igual que los datos de los CDC, los hallazgos de WastewaterSCAN indican un aumento actual en la propagación de Covid en el Medio Oeste.
La vigilancia de los virus en las aguas residuales es el único indicio significativo de una actividad viral, afirmaron los expertos, porque los funcionarios de salud pública ya no rastrean los casos de COVID-19.
"La gente está haciendo pruebas en casa. La única manera que realmente tenemos de controlar la actividad pandémica que está ocurriendo es a través de las aguas residuales", indicó Bill Hanage, director asociado del Centro para la Dinámica de Enfermedades Transmisibles de la Universidad de Harvard.
En este sentido, las personas infectadas con COVID-19 expulsan el virus en las tuberías de alcantarillado aproximadamente una semana antes de sentirse enfermas y hacerse la prueba del virus.
Cada vez que una persona tira de la cadena del inodoro, le da a los analistas de aguas residuales una indicación de cómo se están propagando virus como el COVID-19 mucho antes de que sea necesario realizar pruebas con hisopos nasales.
“Siempre que se utilice un inodoro conectado al sistema de alcantarillado, podemos obtener información sobre la salud de las comunidades sin pedir a las personas que cambien su comportamiento en absoluto. Por eso es tan poderoso”, agregó Kirby.