Ante la posibilidad de que se produzcan incendios en el compartimento del motor, Hyundai y Kia están llamando a revisión a casi 3,4 millones de vehículos en todo Estados Unidos.
Como medida de seguridad, las empresas aconsejaron a los propietarios de estos vehículos retirados que aparquen en el exterior y lejos de estructuras hasta que finalicen las reparaciones necesarias.
La llamada a revisión afecta a varios modelos de coches y todoterrenos fabricados entre 2010 y 2019, incluidos el SUV Santa Fe de Hyundai y el SUV Sorento de Kia.
La Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carretera de EEUU (NHTSA) publicó documentos que indican que el problema radica en el módulo de control antibloqueo de frenos, que puede tener fugas de líquido y causar un cortocircuito eléctrico, lo que podría provocar un incendio tanto si el vehículo está estacionado como en movimiento.
Las reparaciones necesarias, que se realizarán de forma gratuita, consistirán en sustituir el fusible del sistema antibloqueo de frenos. Kia empezará a enviar notificaciones a los propietarios a partir del 14 de noviembre, mientras que Hyundai iniciará el proceso a partir del 21 de noviembre.
Lo que se sabe del riesgo de los vehículos Kia y Hyundai
Según los documentos de Hyundai, se han notificado 21 incendios y otros 22 incidentes térmicos, como humo y piezas derretidas, en vehículos en EEUU. Mientras que Kia notificó 10 incidentes similares.
A pesar de ello, Hyundai aseguró a los propietarios que sus vehículos se pueden conducir con seguridad, ya que aún no se han registrado accidentes ni heridos. Esta llamada a revisión es una medida proactiva adoptada por las empresas para garantizar la seguridad de los clientes.
El problema tiene su origen en una junta tórica del eje del motor del freno antibloqueo que puede deteriorarse con el tiempo debido a la humedad, la suciedad y los metales disueltos en el líquido de frenos, provocando fugas.
El fusible recién instalado limitará la corriente de funcionamiento del módulo de freno, con el fin de mitigar los riesgos potenciales.
Michael Brooks, director ejecutivo de la organización sin ánimo de lucro Center for Auto Safety, cuestionó por qué las empresas no abordan la causa de fondo -las fugas- y expresó su preocupación por el retraso en el envío de las cartas de advertencia a los propietarios.
“Lo que no estás haciendo aquí es arreglar la junta tórica y la fuga que está causando el problema en primer lugar. Estás combatiendo un síntoma o parte del problema sin solucionar realmente el problema de diseño subyacente”, expresó a CNN.
La explicación de NHTSA
En virtud de la Ley Federal de Seguridad de los Vehículos de Motor, la NHTSA aclaró que los fabricantes de automóviles pueden elegir el método para solucionar un defecto. La agencia supervisará la eficacia de las reparaciones y, en caso necesario, llevará a cabo una investigación.
Los propietarios de vehículos Hyundai y Kia retirados del mercado suelen recibir una notificación por carta en un plazo de 60 días, pero a menudo los envíos pueden producirse antes, según la NHTSA.
La agencia también emitió una advertencia para aparcar los vehículos Hyundai y Kia afectados al aire libre hasta que se completen las reparaciones.
Para obtener información sobre la llamada a revisión de los modelos Hyundai y Kia afectados, consulte el sitio web de la NHTSA www.nhtsa.gov/recalls.
Esta última llamada a revisión se suma a una serie de problemas relacionados con incendios con los que Hyundai y Kia llevan lidiando desde 2015, con más de 9,2 millones de vehículos llamados a revisión por incendios y problemas de motor desde entonces.
La NHTSA también está investigando 3 millones de vehículos fabricados por Hyundai y Kia entre 2011 y 2016 a raíz de 161 quejas de incendios de motor.