La UNESCO, Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, alertó que a pesar de haber logrado “avances sustanciales” en la educación de las niñas, con 50 millones más de niñas matriculadas en las escuelas desde 2015, más de 122 millones de niñas en todo el mundo siguen sin tener acceso a la educación básica, predominantemente en la zona subsahariana.
En esta región en particular, se encuentra más de la mitad de los niños sin educación, según el informe publicado por la UNESCO el martes 10 de octubre.
En el Día Internacional de la Niña, los autores del informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo (GEM) de la UNESCO destacaron Afganistán como una zona crítica.
Aquí, la “grave exclusión de las niñas de la educación” equivale a un 60% de niñas que no van a la escuela primaria (frente a un 46% de niños), y a un 74% de ausencia de la escuela secundaria (frente a un 50% de niños).
La educación en los últimos años
A nivel mundial, se han observado avances en el acceso de las niñas a la educación. Desde 2015, ha habido un aumento de 22,5 millones de niñas en la escuela primaria, 14,6 millones en el primer ciclo de secundaria y 13 millones en el segundo ciclo, según reportes.
Durante este periodo, según la organización, las tasas de finalización de estudios de las niñas también han aumentado de la siguiente manera:
-Del 86% al 89% en la educación primaria.
-Del 74% al 79% en el primer ciclo de secundaria.
-Del 54% al 61% en el segundo ciclo de secundaria.
Esto indica que cada año se gradúan cinco millones de niñas más que en 2015 en cada uno de estos tres niveles educativos.
Unesco pide mayores esfuerzos en la educación
Aunque la UNESCO elogia estos progresos, hizo énfasis en la necesidad de “redoblar los esfuerzos” de aquí a 2030 para lograr la escolarización completa de las niñas. Implora urgentemente a los gobiernos que inviertan en áreas clave identificadas como vitales para este objetivo.
En concreto, estos ámbitos abarcan ofrecer a las niñas marginadas una educación segura, gratuita y de calidad; recopilar, evaluar y emplear datos desglosados por sexo; e integrar las estadísticas en función del sexo y otros rasgos para la elaboración de políticas precisas.
Además, la UNESCO fomenta el desarrollo de estructuras jurídicas y materiales de enseñanza y aprendizaje que tengan en cuenta las cuestiones de género. Éstos deben garantizar una representación equitativa de las mujeres y las niñas en los planes de estudio y los libros de texto, desprovistos de prejuicios, estereotipos y normas de género.
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