Mes a mes, Emely Baez-Salazar recibe con una sonrisa alentadora a personas de escasos recursos de los condados de Chesterfield y Richmond que requieren atención médica. Emely se comunica fluidamente en español y en inglés, para ayudar a residentes a comprender la importancia de las vacunas y cómo hacerse pruebas para detectar enfermedades crónicas, como, por ejemplo: presión arterial alta y diabetes. Si bien, una de sus prioridades es conectar a las personas para ayudarlas a vivir una vida más saludable usando los recursos disponibles; su primer objetivo es generar confianza, es decir, ayudar a las personas a comprender que ella es una aliada y que tienen a su disposición atención médica segura y confiable.
Báez-Salazar no es médico ni enfermera, sino una Promotora de Salud Certificada con experiencia integral en el sistema de salud. Ella tiene experiencia facilitando el uso del sistema electrónico de salud, especialmente a personas de bajos ingresos, y por ende vulnerables.
Báez-Salazar cuenta con Certificación de Promotora de Salud (CHW, por sus siglas en inglés) (Certificación emitida por la Junta de Certificación de Virginia, resultado de cientos de horas de empleo voluntario y capacitación para CHW), para la clínica sin fines de lucro Health Brigade desde el año 2022. Parte fundamental de su labor está dedicada a las comunidades del área de Richmond para generar confianza y compartir recursos de salud. Está funcionando, gracias al alcance de Báez-Salazar, decenas de personas se siguen uniendo a la red de servicios de atención integrada en Health Brigade y muchas más están conectadas a referencias para otros recursos en la comunidad.
Ella es, una de aproximadamente 30 Promotores de Salud (CHW) en Virginia, que el Instituto para la Innovación en Salud Pública (IPHI) está ayudando a financiar, gracias a más de $12 millones de dólares en subsidios de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades diseñadas para fortalecer la fuerza laboral de CHW.
Los CHWs son promotores de salud pública de primera línea que conectan a las personas con los servicios de atención médica. A través de experiencias compartidas de raza, etnia, género, estatus socioeconómico, condiciones de salud, identidades LGBTQ u otros, los CHWs se aseguran de que las personas se sientan empoderadas y que conozcan los recursos disponibles en caso de necesitar atención médica. Estos profesionales, empáticos y conocedores de la cultura, están desempeñando un papel integral para hacer que la atención médica sea más equitativa y accesible para todos.
Durante la pandemia, probablemente hayas escuchado o leído el término “dudas o inseguridad ante la vacuna” para describir la renuencia de las personas a recibir la vacuna aprobada contra el COVID-19. Al aprovechar puntos comunes como raza, ubicación y otras identidades, los CHWs ayudaron a las personas a sentirse cómodas y seguras al recibir la vacuna COVID-19.
Hoy en día, los CHWs son más importantes que nunca. Desafortunadamente, una tormenta perfecta de barreras y desigualdades (miedo, racismo, estigma, falta de recursos financieros y otros factores) impide que muchos Virginianos accedan efectivamente a nuestro sistema de atención médica. Por ello, los CHWs están creando conexiones para ayudar a garantizar que las personas reciban la atención que necesitan y merecen.
Los CHWs también tienen un valor fundamental ya que abordan factores no médicos que tienen grandes impactos en los resultados de salud. Estos factores no médicos conocidos como determinantes sociales de la salud, son los desafíos de vivienda, empleo, inseguridad alimentaria y otros factores externos que afectan la capacidad de una persona para vivir una vida saludable.
Ser CHW es una vocación. Lo sé porque también estoy orgullosa de llamarme CHW.
Hace casi 15 años mi cargo estaba centrado en ayudar a las personas a inscribirse a un seguro médico. Se me rompía el corazón y me frustraba cada vez que una persona no calificaba para la cobertura, y me veía obligada a rechazarlos para recibir los servicios. Esto me inspiró a encontrar un nuevo camino que me llevó a conocer sobre los CHW y convertirme en uno de ellos, me hacía feliz saber que mi labor estaba centrada en ayudar a las personas a navegar por el sistema de salud.
Un poco sobre mí, a la fecha soy una Promotora de Salud CHW certificada y ayudo a liderar la programación de CHW en Virginia. Ver el efecto dominó de nuestro trabajo siempre me inspirará. Al principio de mi carrera como CHW, ayudé a una madre a acceder a la atención para su hijo que estaba sufriendo ataques graves de asma. Juntas asistimos a las citas médicas para obtener las recetas adecuadas para que su hijo de 5 años pudiera asistir al prekínder de manera segura. Es así que obtuvo la medicación que necesitaba; al mismo tiempo, ella encontró una nueva carrera profesional como CHW. Se inscribió en un programa de capacitación gratuito y ahora ayuda a los compañeros de su comunidad a vivir una vida más saludable.
La semana del 28 de agosto es la Semana de Concientización sobre los CHW. Se trata de la primera Celebración Nacional para difundir el papel que desempeñan los CHW y el impacto positivo en la salud de nuestras comunidades. Esta semana y todas las semanas, espero que más organizaciones vean el valor de los CHW y sirvan de ejemplo para ser integrados en sus modelos de atención. Los CHW son parte integral de las comunidades a las que sirven, y estoy agradecida de que podamos tener un impacto positivo en la salud y el bienestar de los virginianos.
Claudia Artero Miranda es asistente del programa CHW en IPHI.