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Adoptaxolotl, la nueva campaña para salvar al ajolote de la extinción

Adoptaxolotl, campaña para salvar a los ajolotes del peligro de extinción
Foto cortesía de la gaceta de la Universidad Nacional Autónoma de México

En un enfoque innovador de la conservación, la Universidad Nacional Autónoma de México ha relanzado la campaña "Adoptaxolotl". Esta iniciativa espera reforzar la supervivencia de los ajolotes en peligro de extinción, una especie de salamandra que se tambalea al borde de la extinción.

A través de esta campaña, se insta a las personas a "adoptar" virtualmente a estas fascinantes criaturas acuáticas, conocidas cariñosamente como "monstruos del agua", por un donativo simbólico de 600 pesos (unos 35 dólares).

Participar en el plan de adopción virtual concede a los simpatizantes actualizaciones en directo sobre el estado de salud de su ajolote adoptado. Por contribuciones menores, los patrocinantes también pueden adquirir una comida virtual para estas cautivadoras criaturas. El impulso para esta campaña es la angustiosa revelación de que la población de ajolotes mexicanos se ha desplomado en un 99,5% dentro de su hábitat primario en las dos últimas décadas.

A pesar de que la campaña Adoptaxolotl del año pasado recaudó más de 450.000 pesos (26.300 dólares), los fondos siguen siendo insuficientes para facilitar una investigación exhaustiva del ajolote, como señala Alejandro Calzada, un ecologista gubernamental que estudia especies de ajolotes menos conocidas. Calzada destaca la insuficiencia de los esfuerzos de vigilancia en los arroyos de la Ciudad de México, por no hablar del resto del país.

Las 18 especies de ajolotes autóctonas de México están en peligro crítico, amenazadas por la creciente contaminación del agua, un hongo anfibio letal y la trucha arco iris invasora. Anteriormente, los científicos podían encontrar una media de 6.000 ajolotes por kilómetro cuadrado. Sin embargo, datos recientes de la Universidad Nacional Autónoma indican un grave descenso a tan sólo 36. Las investigaciones internacionales revelan además un pronóstico sombrío, estimando que menos de mil ajolotes mexicanos sobreviven ahora en estado salvaje.

Luis Zambrano González, científico universitario que participa en la campaña Adoptaxolotl, tiene previsto iniciar en marzo un nuevo censo de ajolotes, el primero desde 2014. La falta de datos actuales sobre la cantidad y distribución de las especies de ajolotes dificulta la asignación eficaz de los recursos de conservación.

Poca probabilidad de supervivencia por la modernización

Los ajolotes, a pesar de su viscoso exterior, tienen un importante valor cultural en México debido a su capacidad única de regeneración de las extremidades. Este rasgo ha llamado la atención de investigadores de todo el mundo, que creen que podría ser la clave de avances en la reparación de tejidos y la recuperación del cáncer.

Tradicionalmente, los esfuerzos gubernamentales de conservación se han centrado en gran medida en la especie más reconocida, el ajolote mexicano, originario de Xochimilco. Sin embargo, otras especies de ajolotes habitan en diversas regiones, desde los diminutos arroyos del valle de México hasta el norte del desierto de Sonora.

La rápida urbanización de Ciudad de México ha afectado negativamente a la calidad de las aguas de los canales, mientras que las truchas arco iris escapadas de las granjas cercanas suponen una amenaza adicional para los ajolotes al agotar sus recursos alimenticios. El equipo de Calzada también ha observado un aumento de las muertes de ajolotes debidas al hongo quitridio, una enfermedad letal que devora la piel y causa la muerte generalizada de anfibios en todo el mundo.

A pesar de estas graves amenazas para los ajolotes, el gobierno mexicano sancionó recientemente un recorte del 11% en la financiación de su departamento de medio ambiente. Al concluir el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador, el departamento de medio ambiente habrá recibido un 35% menos de fondos en comparación con la administración anterior, según un análisis del presupuesto de México para 2024.

Con los ajolotes en el precipicio de la extinción, la campaña Adoptaxolotl subraya la urgente necesidad de una acción colectiva para salvaguardar la supervivencia de estas notables criaturas.

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