En una demostración de unidad y poder, los ejércitos de Corea del Sur, Japón y Estados Unidos orquestaron un ejercicio naval conjunto en el que participó el portaaviones de propulsión nuclear estadounidense USS Carl Vinson. Esta acción es una respuesta al reciente despliegue de un satélite espía por parte de Corea del Norte.
El ejercicio se llevó a cabo el domingo 26 de noviembre, cerca de la isla surcoreana de Jeju, según confirmó la Marina surcoreana en un comunicado oficial.
Estos acompañaban al USS Carl Vinson, que fondeó la semana pasada en el puerto de Busan (a unos 350 kilómetros al sureste de Seúl), el destructor surcoreano ROKS Sejong el Grande, el destructor japonés JS Kirisame y los destructores estadounidenses USS Kidd y USS Sterret.
"El ejercicio fue diseñado para fortalecer la cooperación entre la República de Corea (nombre oficial de Corea del Sur), Estados Unidos y Japón y sus capacidades operativas en un contexto en el que las amenazas nucleares y de misiles de Corea del Norte son cada vez más sofisticadas, tal y como demuestra el lanzamiento de un satélite de reconocimiento usando tecnología de misiles balísticos", detalló el comunicado.

Críticas a Corea del Norte
Corea del Norte desplegó el mencionado satélite el martes, un movimiento criticado por Seúl, Tokio y Washington, señalando que infringe las sanciones de la ONU que prohíben a Corea del Norte utilizar tecnología de misiles balísticos.
Aunque la resolución de las imágenes captadas por el nuevo satélite norcoreano es aún incierta, Pyongyang aseguró que tomó fotos de bases estadounidenses en Guam o Hawai, así como de diversas instalaciones militares en Corea del Sur. Este progreso podría representar un avance significativo para los militares norcoreanos, mejorando su potencial de ataques preventivos.
Tras el fracaso de las conversaciones de desnuclearización con Washington en 2019, Pyongyang aprobó un plan de modernización armamentística, que incluye el despliegue de satélites militares y la realización de múltiples pruebas de misiles, al tiempo que rechaza la reanudación del diálogo y busca unas relaciones más estrechas con Pekín y Moscú.
Por el contrario, Seúl y Washington intensificaron la colaboración militar con Tokio y fortalecieron su mecanismo de disuasión desplegando cada vez más medios estratégicos estadounidenses en la península, como representa la presencia del portaaviones USS Carl Vinson.
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