El príncipe Harry se opuso este martes a la resolución del gobierno británico de revocar su personal de seguridad, tras su salida de los deberes reales y posterior traslado a Estados Unidos.
El duque de Sussex, representado por su abogada Shaheed Fátima, argumentó que su seguridad personal está en juego, un temor intensificado por el antagonismo en las redes sociales y la inflexible persecución mediática.
Fátima aseguró que el Comité Ejecutivo Real y VIP (RAVEC), la entidad responsable de evaluar los requisitos de seguridad de Harry, se comportó de forma irracional al no cumplir su propia política que exigía una evaluación del riesgo de la seguridad de Harry.
“RAVEC debería haber considerado el 'impacto' que tendría un ataque exitoso contra el demandante, teniendo en cuenta su estatus, antecedentes y perfil dentro de la familia real, en la que nació y que tendrá por el resto de su vida”, expresó la abogada.
Príncipe Harry lucha por su seguridad en Reino Unido
Este desacuerdo es la última adición a una serie de enfrentamientos legales iniciados por el príncipe Harry contra el gobierno del Reino Unido y la prensa británica.
Sin embargo, Harry estuvo ausente del tribunal durante la vista, que se celebró en privado debido al carácter confidencial por motivos de seguridad. La sentencia se dictará en una fecha futura.
Anteriormente, la propuesta de Harry de financiar de forma privada su propia seguridad a través de la policía londinense fue rechazada. El tribunal falló en contra cuando un abogado del gobierno se opuso a la idea de que el cuerpo de policía sirviera de "guardaespaldas privados para los acaudalados".
Harry, hijo de Carlos III y Diana de Gales, ha expresado su preocupación por la seguridad de su familia, especialmente durante sus visitas al Reino Unido.
Su esposa, Meghan Markle, y sus dos hijos han sido objeto de la atención y el escrutinio de los medios de comunicación, y el propio Harry fue perseguido por los paparazzi tras un acto filantrópico en Londres.
No repetir la historia de Diana de Gales
La tensa relación del príncipe con la prensa tiene sus raíces en el trágico fallecimiento de su madre en 1997, a consecuencia de un accidente de coche provocado por la persistente persecución de los paparazzi.
El comportamiento intrusivo y racialmente tendencioso de la prensa británica influyó significativamente en su decisión de abandonar el Reino Unido.
La actual batalla legal de Harry se dirige contra la decisión del Comité Ejecutivo para la Protección de la Realeza y las Figuras Públicas de conceder la seguridad en función de cada caso.
El abogado del gobierno, James Eadie, sostiene que la situación de Harry en materia de seguridad es única, teniendo en cuenta que no participa en las tareas reales, por lo que requiere un acuerdo personalizado.
Eadie también mencionó las restricciones financieras, afirmando que los fondos de seguridad son limitados. Sin embargo, reconoció que a Harry se le ha proporcionado protección para ocasiones concretas, como su visita a un acto benéfico en junio de 2021.
El príncipe argumentó que la decisión del comité fue injusta y que se tomó sin su aportación personal ni la revelación de la composición del panel.
El Ministerio del Interior rebate que los conflictos internos son irrelevantes y que la decisión del comité es equitativa, teniendo en cuenta la renuncia voluntaria de Harry a sus responsabilidades reales.
