Los propietarios del restaurante ristorante Piccolo de Georgetown han sido condenados a 57 meses de prisión por delitos fiscales de más de un millón de dólares y el robo de miles de fondos de ayuda COVID-19 en inversiones personales.
Gholam "Tony" Kowkabi, de 63 años, y su esposa, Karen Kowkabi, de 64 años, de Viena (Virginia), se declararon culpables ante el tribunal en agosto de este año de evasión fiscal por no pagar 1,35 millones de dólares en impuestos y por robar 738.000 dólares de los fondos de ayuda de emergencia COVID-19 para pequeñas empresas que el restaurante recibió en 2020.
¿En qué gastaron el dinero de la evasión fiscal?
Según los fiscales, Gholam Kowkabi admitió haber gastado el dinero en un condominio frente al mar en Ocean City, Maryland, inversiones personales y gastos legales, vacaciones familiares, matrícula universitaria para su hijo y otros gastos personales.
Según se expone en un comunicado de prensa del Departamento de Justicia del Distrito de Columbia, los Kowkabi acumularon un saldo fiscal impagado de más de 1,35 millones de dólares entre 1998 -dos años después de que abrieran el Ristorante Piccolo- y 2018.
Gholam admitió haber ocultado activos y "oscurecido grandes sumas de dinero" mediante la compra de propiedades y su ocultación utilizando cuentas bancarias comerciales, informó WTOP.
Durante la pandemia, Gholam obtuvo más de 1,6 millones de dólares en fondos de ayuda de COVID-19 para pequeñas empresas, de los que una parte se utilizó para "fines no autorizados y para su enriquecimiento personal".
La compra del condominio frente al mar, las inversiones en la construcción de dos viviendas en Great Falls y la apertura de un segundo restaurante en McLean fueron algunas de las compras no autorizadas.
Se les ordena devolver conjuntamente los 1,35 millones de dólares en concepto de restitución al IRS, así como 738.000 dólares en fondos de ayuda a pequeñas empresas robados.
En junio de este año, se declaró un incendio de dos alarmas en el restaurante Ristorante Piccolo, que provocó el derrumbe del tejado. Dos bomberos sufrieron heridas leves mientras luchaban contra las llamas que duraron casi cuatro horas.
Al salir de prisión, los Kowkabis se enfrentan a 24 meses de libertad condicional.
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