La posible adquisición de US Steel por parte de la potencia japonesa Nippon Steel podría enfrentar rechazo del gobierno de Estados Unidos, según comentó Gina Raimondo, secretaria de Comercio de Estados Unidos.
“El presidente Biden está muy concentrado en garantizar que tengamos una industria siderúrgica vibrante en Estados Unidos por motivos de seguridad nacional”, expresó Raimondo en una entrevista con CNBC transmitida el jueves.
Aunque Raimondo prefirió no comentar explícitamente la posible transacción de 14.100 millones de dólares entre US Steel y Nippon Steel, hizo hincapié en la importancia de un examen exhaustivo.
"Creo que es justo decir que recibiría un buen escrutinio, porque tenemos que proteger a la industria siderúrgica estadounidense, a la producción estadounidense y a los trabajadores siderúrgicos estadounidenses", afirmó.
La trayectoria de US Steel
En otrora símbolo mundial del éxito empresarial, US Steel experimentó un declive a medida que la economía estadounidense pasaba de estar basada en la fabricación a estar orientada a los servicios.
Los ingresos de esta empresa de 122 años de antigüedad equivalen ahora a lo que gana Walmart en sólo dos semanas.
A pesar del declive de la empresa, el director ejecutivo de US Steel, David Burritt, mantiene una perspectiva positiva sobre la fusión.
"Estamos seguros de que... esta combinación es realmente la mejor para todos", expresó David Burritt, director ejecutivo de US Steel el lunes.
"El anuncio de hoy también beneficia a Estados Unidos: garantiza una industria siderúrgica nacional competitiva y al mismo tiempo fortalece nuestra presencia a nivel mundial", agregó.
Críticas
La transacción propuesta cosechó su cuota de críticos. Se ha enfrentado a la oposición tanto de la industria siderúrgica como de los legisladores estadounidenses.
United Steelworkers dejó clara su intención de instar a los reguladores a que rechacen la venta al extranjero, tachándola de "codiciosa" y "miope".
"Permanecimos abiertos durante todo este proceso a trabajar con US Steel para mantener esta icónica empresa estadounidense de propiedad y operación nacional, pero en lugar de eso decidió dejar de lado las preocupaciones de su dedicada fuerza laboral y vender a una empresa de propiedad extranjera", comentó David McCall, presidente del sindicato.
Haciéndose eco del sentir del sindicato, Raimondo reiteró la firme postura del gobierno contra cualquier acuerdo que pudiera perjudicar potencialmente a los trabajadores estadounidenses, al sindicato siderúrgico o a la industria siderúrgica en general.
La incertidumbre en torno al acuerdo ha calado también en otros sectores gubernamentales:
- El senador republicano por Ohio, J.D. Vance, criticó la posible adquisición extranjera, destacando el papel esencial de la industria siderúrgica en la fabricación de equipos militares.
- El senador demócrata por Pensilvania, John Fetterman, se comprometió a bloquear el acuerdo, reforzando la conexión crítica entre el acero y la seguridad nacional.
Los competidores nacionales de US Steel también están alzando la voz. El director general de Cleveland-Cliffs, Lourenco C. Goncalves, subrayó la importancia de mantener la producción dentro de Estados Unidos, advirtiendo contra la propiedad extranjera y su impacto potencial sobre los empleos estadounidenses.