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Una propuesta de ampliación del impuesto sobre las ventas para incluir bienes digitales intensifica debates en Virginia

El impulso del gobernador Youngkin a la ampliación del impuesto, unido inicialmente a una propuesta de recorte del impuesto sobre la renta que fue rechazada por los demócratas.

La crítica del gobernador se centra en crear un presupuesto que evite subidas de impuestos sin dejar de apoyar los servicios esenciales.

La industria tecnológica de Virginia se enfrenta a un momento crucial a medida que se intensifican los debates en torno a la propuesta de ampliación del impuesto estatal sobre las ventas para incluir los bienes digitales, reseñó WTOP.

Esta iniciativa, encabezada por el gobernador republicano Glenn Youngkin y respaldada por los demócratas en la legislación presupuestaria, pretende ampliar la base impositiva para abarcar las suscripciones de streaming, el almacenamiento en la nube y las descargas en línea. La medida ha provocado una reacción de las empresas de todo el estado, marcando una coyuntura crítica en la economía digital de Virginia.

En el centro de la disconformidad se encuentra el Consejo Tecnológico del Norte de Virginia, junto con otros influyentes grupos empresariales, que han denunciado colectivamente la propuesta como un "impuesto tecnológico". Las estimaciones presupuestarias sugieren que este impuesto podría generar más de 1.000 millones de dólares para el estado en dos años, un impulso significativo para las finanzas de Virginia. Sin embargo, el plan del Senado de ampliar este impuesto a las transacciones entre empresas ha amplificado las preocupaciones, con las empresas advirtiendo de posibles aumentos en los costes operativos que podrían perjudicar a los consumidores y posiblemente expulsar a las empresas del estado.

Jennifer Taylor, presidenta y consejera delegada del Consejo Tecnológico del Norte de Virginia, ha expresado su aprensión por las desventajas competitivas que este impuesto impondría a las empresas de Virginia. En un sector en el que la competencia mundial es dura y los márgenes de beneficio estrechos, las implicaciones sobre la contratación y la inversión en investigación y desarrollo son especialmente preocupantes.

La protesta del consejo está respaldada por casi 500 miembros, entre los que se encuentran empresas de la lista Fortune 100 e instituciones académicas, y cuenta con el apoyo de la Cámara de Comercio de Virginia, coaliciones de centros de datos, proveedores de banda ancha y la Asociación de Fabricantes de Virginia.

En el otro lado del debate, los demócratas sostienen que actualizar el código fiscal de Virginia para incluir los bienes digitales es una evolución necesaria para alinearse con la era digital. La senadora demócrata L. Louise Lucas ha señalado la incoherencia del sistema fiscal actual, en el que los CD físicos están gravados, pero las descargas digitales no. Defendiendo una aplicación fiscal justa tanto en el ámbito físico como en el digital, Lucas lo considera un ajuste para abrazar la "nueva economía".

El impulso del gobernador Youngkin a la ampliación del impuesto, unido inicialmente a una propuesta de recorte del impuesto sobre la renta que fue rechazada por los demócratas, pretende cerrar la laguna de las "grandes tecnológicas". A pesar de enfrentarse a la oposición, la oficina de Youngkin ha reiterado su compromiso de disminuir la carga fiscal de los virginianos, destacando el recorte fiscal de casi 1.000 millones de dólares incluido en su propuesta presupuestaria.

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