Países occidentales han sido objetivo de ciberataques dirigidos desde china. Esto implica un cambio significativo en las nociones de seguridad. Es un nuevo campo de batalla, en donde la defensa se basa en proteger los datos.
El más reciente caso es la amenaza a los datos de los votantes y legisladores del Reino Unido. La información comprometida podría relacionarse a decenas de millones de británicos. Al respecto el Reino Unido tomó cartas en el asunto y decidió atender las falencias de seguridad que comprometen los sistemas afectados desde el año 2021.
Como la inversión sobrepasa los 200 millones de dólares, muchos de nuestros lectores se preguntas sobre todos esos ataques dirigidos desde China ¿Cómo, dónde, y por qué ocurren?
Por eso decidimos hacer un recuento de algunos de los acontecimientos que alertaron a la comunidad internacional en el pasado.
¿Qué es la guerra de quinta generación y por qué se realizan ataques cibernéticos desde China?
Se emplea el término de guerra de quinta generación para refererirse al uso del ciberespacio como campo de batalla.
Desde esta perspectiva, la dinámica de poder de las relaciones internacionales se transforme, se común que los conflictos pasen de ser confrontaciones físicas, a suceder en el ciberespacio.
Pero este modo de operar, aunque se aplique a nuevos formatos digitales, no es una idea que acaba de inventarse.
Podría decirse que esa "guerra de quinta generación" se enmarca en principios del clásico libro "El arte de la guerra" de Sun Tzu, en el que se apuesta por una victoria estratégica frente a la confrontación bruta, directa.
En este contexto, los datos se transforman en un activo crítico, situando la ciberseguridad entre las prioridades de seguridad nacional.
Por esta visión China queda centrado como un actor clave, el territorio chino puede considerarse la cumbre del ciberespionaje. Las acciones cibernéticas originadas en China tienen alcance mundial.
Uno de los grupos chinos de ciberespionaje más conocidos, y que se considera promovido por el propio estado chino, se denomina APT41
Algunos de los países que han sido afectados por ataques cibernéticos presuntamente dirigidos desde China
Sin duda, parte de la esencia del conflicto internacional moderno reside en las operaciones encubiertas dentro de la esfera digital, donde las violaciones de los datos y la privacidad pueden socavar gravemente la soberanía y la seguridad de un país.
India, por ejemplo, enfrentó la violación del AIIMS de Delhi y el apagón de Bombay, que ponen de manifiesto la capacidad de China para utilizar las herramientas cibernéticas como instrumentos geopolíticos.
Rusia, a pesar de sus estrechos vínculos con China, no ha salido ilesa. En el pasado insinuaron intentos dirigidos desde china de infiltrarse en institutos de investigación militar. Esto indica la peligrosa intensión del gigante asiatico de obtener por vía abrupta una ventaja competitiva en tecnología e información militar.
A su vez, países como el Reino Unido y Australia han identificado a China como una importante amenaza para la ciberseguridad, y ambas naciones se enfrentan al espionaje destinado a extraer información sobre los sectores de la defensa y la energía.
Estados Unidos también fue objetivo, con incidentes notables como el robo de 20 millones de dólares de los fondos de ayuda de COVID y el ciberataque a la bolsa de Microsoft, ambos vinculados a piratas informáticos chinos.
Estas acciones reflejan que no sólo puede vincularse la acción cibernética como medio para ocasionar desestabilización social sino que también apuntan a causar un efecto económico y financiero inmediato, sobre entidades privadas.
Esto subraya el amplio espectro de los intereses de China en el ciberespacio y sus implicaciones para la seguridad mundial.
Cuando suceden ciberataques peligra la información indivual de las personas, las operaciones de las empresas y sobre todo, la seguridad nacional. Por esta razón es importante conocer y estar informado sobre los detalles de estos hechos.