La Junta de Supervisores del condado de Fairfax acordó por unanimidad aplicar impuestos más altos y tasas adicionales a sus residentes, reseña WJLA.
Esta decisión, procedente de una sesión de revisión del presupuesto, encontró un apoyo unánime entre los demócratas de la junta, encabezados por el presidente Jeff McKay. Éste abogó por un aumento de tres céntimos en la tasa del impuesto sobre bienes inmuebles, un ajuste que, según las previsiones, elevará la factura fiscal anual del propietario medio en unos 450 dólares.
El presidente Jeff McKay describió la decisión como la elaboración de un "presupuesto duro pero responsable". Hizo hincapié en la mayor parte del presupuesto dedicado a la educación, diciendo: "Más de la mitad de nuestro presupuesto se destina al sistema escolar, con un ochenta y dos por ciento dedicado a la compensación." La decisión, explicó, se tomó desde la responsabilidad, aunque idealmente hubieran sido preferibles otras opciones.
El debate en torno a este aumento no versó únicamente sobre la carga financiera, sino también sobre los beneficios potenciales. El supervisor Dan Storck profundizó en el alcance de las inversiones, incluyendo la vivienda y la atención sanitaria. "La preocupación por la vivienda impulsó nuestra decisión, ya que sigue siendo uno de nuestros principales retos", mencionó Storck, subrayando la resolución de la Junta de desviar fondos hacia áreas críticas.
Por el contrario, el único republicano de la junta, el supervisor Pat Herrity, manifestó su oposición. Abogando por la prudencia fiscal, Herrity propuso una enmienda para optimizar el presupuesto del próximo año y reducir el impacto financiero sobre los contribuyentes.
McKay achacó algunas tensiones financieras a ciertas políticas a nivel estatal. Criticó la carga desigual creada tanto por los impuestos estatales sobre la renta como por las tasaciones inmobiliarias locales.
