Pasco Shikishima Corporation, un reconocido fabricante de productos de panadería en Japón, llamó a retirar unos 104.000 paquetes de pan este jueves tras descubrir restos de una rata en algunos productos.
El artículo afectado, un pan "chojuku" superfermentado conocido por su textura masticable, se distribuyó en todo Japón, sin llegar a ningún mercado internacional.
El asunto salió a la luz cuando se encontraron partes sospechosas de "un animal pequeño" en dos paquetes de pan, lo que llevó a Pasco a realizar una investigación inmediata.
Problemas que afectan la seguridad alimentaria en Japón
Un portavoz de la empresa confirmó a CNN la presencia de restos de rata en el pan producido en su fábrica de la prefectura occidental de Tokio. En respuesta, Pasco detuvo la línea de producción afectada para investigar la causa y mejorar las medidas de seguridad.
Expresando su pesar por el incidente, Pasco agradeció a sus clientes su comprensión, haciendo hincapié en el compromiso de la empresa de mantener rigurosas normas de seguridad y calidad. También aseguraron que no se registraron enfermedades relacionadas con el consumo del pan retirado.
La retirada forma parte de un problema mayor que afecta a la seguridad alimentaria en Japón. En marzo, Kobayashi Pharmaceutical tuvo que retirar tres suplementos dietéticos tras los informes de muertes y enfermedades de consumidores.
En otro caso, Warabeya Nichiyo, proveedor de restaurantes, descubrió cucarachas en bolas de arroz vendidas a un 7-Eleven de Saitama.
¿Se ve afectada la confianza de los consumidores?
Fundada en 1920, Pasco emplea a más de 3.700 personas y opera 12 fábricas en todo el país. Estos incidentes relacionados con la seguridad alimentaria afectaron significativamente a la confianza del público en este país famoso por sus estrictas normas de producción de alimentos.
La retirada provocó diversas reacciones en Internet, con clientes que expresaron sus preocupaciones en X (antes Twitter).
Un cliente se preguntaba si debía congelar el pan al enterarse de la noticia, mientras que otros señalaban con humor una reciente campaña publicitaria que presumía de la fórmula sin "ingredientes innecesarios" del pan, ahora irónicamente contradicha por estos hallazgos.
Esta retirada representa los continuos retos que plantea el mantenimiento de los controles de calidad internos en los sectores de producción alimentaria japoneses.
No sólo crea preocupación sobre la fiabilidad de los bienes de consumo, sino que complica aún más los esfuerzos de Japón en la gestión de la seguridad alimentaria, especialmente tras los ataques previos a alimentos como el sushi.