La primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen, sufrió el viernes un atentado en Copenhague. Según una breve declaración de su oficina a la CNN, este inesperado incidente se produjo en Kultorvet, una animada plaza pública de la capital.
La primera ministra Frederiksen, claramente conmocionada por la experiencia, no dio más detalles sobre el incidente. La Corporación Danesa de Radiodifusión informó del mensaje de su oficina, confirmando su estado de shock pero sin proporcionar ningún contexto adicional.
Reacciones internacionales sobre la agresión
Las reacciones internacionales no se hicieron esperar. La primera ministra letona, Evika Siliņa, expresó su incredulidad, declarando: "Profundamente consternada por el indignante ataque a mi colega y amiga, la primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen", en la plataforma X.
Ursula von der Leyen, Presidenta de la Comisión Europea, también condenó el atentado, calificándolo de "acto despreciable, contrario a todos los valores que defendemos y por los que luchamos en Europa". Von der Leyen ofreció palabras de ánimo a Frederiksen, reconociendo su fortaleza y resistencia.
El incidente sucede antes de las elecciones de la Unión Europea
Este incidente se produce en un momento crucial en el que Dinamarca se prepara para las elecciones a la Unión Europea del domingo.
Desde 2019, Frederiksen dirigió el país, representando al Partido Socialista Democrático de centro-izquierda. Su liderazgo se enfrenta a un intenso escrutinio mientras Dinamarca navega por las complejidades políticas tanto locales como continentales.
El ataque refleja inquietantemente un reciente episodio violento que afectó al primer ministro eslovaco, Robert Fico, herido en un tiroteo, el primer intento de asesinato significativo de un líder político europeo en más de dos décadas.
Los analistas políticos y los legisladores observaron entonces un clima político cada vez más acalorado y polarizado que se extendía por toda Europa.
La seguridad de los políticos
La seguridad de las figuras políticas se convirtió en una preocupación que proyecta largas sombras sobre los procesos democráticos. Estos incidentes destacan la urgente necesidad de reevaluar las medidas de seguridad en torno a los líderes políticos en todo el continente.
Mientras Dinamarca se enfrenta al impactante ataque contra su primer ministra, el incidente plantea cuestiones cruciales sobre el sentimiento público y la estabilidad política. La rápida detención del agresor evitó una escalada mayor, pero las reverberaciones del atentado repercutirán sin duda en los días previos a las elecciones de la UE y más allá.
En este momento, los líderes europeos se mantienen unidos en la condena de la violencia contra figuras políticas, reiterando los llamamientos a la paz, la seguridad y la defensa de los valores democráticos en todas las naciones.