Ucrania asegura este domingo que atacó a uno de los aviones de guerra más avanzados de Rusia en una base aérea situada a casi 600 kilómetros de las líneas del frente.
El exitoso ataque se produce después de que los aliados occidentales dieran luz verde a Kiev para utilizar su armamento en operaciones limitadas dentro del territorio ruso.
Ucrania atacó a uno de los aviones mas avanzados de Rusia
El Servicio Principal de Inteligencia Militar de Ucrania compartió imágenes por satélite que mostraban las secuelas del ataque. Las imágenes muestran una franja de hormigón con marcas de hollín ennegrecido y pequeños cráteres alrededor de la aeronave estacionada.
Ucrania afirma que el ataque en la base de Akhtubinsk, en el sur de Rusia, alcanzó a un avión de combate Su-57. Este avión bimotor furtivo representa la cúspide de las capacidades de la aviación militar de Moscú.
La agencia de inteligencia ucraniana destacó la rareza y sofisticación del Su-57, afirmando que el arsenal ruso contiene "unos pocos contables" de estos aviones. El año pasado, informes rusos sugirieron que el ejército había adquirido "más de 10" nuevos Su-57, con planes de tener 76 en servicio para 2028.
Los detalles sobre las municiones utilizadas para el ataque siguen sin estar claros. Sin embargo, la distancia del territorio ucraniano a la base aérea de Akhtubinsk implica el probable uso de aviones no tripulados.
El Ministerio de Defensa de Moscú, que aún no respondió al incidente, mencionó anteriormente haber interceptado tres drones ucranianos en la región de Astracán, donde se encuentra la base aérea.
El ataque forma parte de una estrategia más amplia autorizada por recientes permisos de Estados Unidos y Alemania. Estos permisos permiten a Ucrania utilizar armamento de largo alcance para ataques defensivos contra objetivos rusos seleccionados, un cambio enfatizado por la nueva orientación del presidente Joe Biden.
Ucrania ya utiliza las armas que proporcionó EEUU
Kiev ya utilizó armas suministradas por Estados Unidos para defender Kharkiv, la segunda ciudad más grande de Ucrania, bajo la intensa presión militar rusa.
El conflicto vio un aumento de los ataques ucranianos con aviones no tripulados en territorio ruso. Funcionarios rusos locales informaron de ataques con drones en regiones fronterizas del sur, incluida la provincia de Belgorod.
El gobernador Vyacheslav Gladkov señaló que tres drones dañaron una línea eléctrica y destrozaron ventanas sin causar víctimas. Además, el Ministerio de Defensa ruso afirmó derribar un dron sobre la región de Briansk.
La guerra sigue asolando zonas de las provincias ucranianas en primera línea. Informes de funcionarios regionales documentan el trágico balance de los bombardeos rusos durante el fin de semana, con al menos tres civiles muertos y otros nueve heridos.
En la región nororiental ucraniana de Kharkiv, un hombre murió y dos mujeres resultaron heridas cuando los bombardeos dañaron edificios civiles y una escuela en el pueblo de Khotimla.
Las tropas ucranianas libran encarnizadas batallas para repeler los avances rusos, sobre todo tras las recientes ofensivas rusas que desataron la preocupación por la evacuación en Kharkiv.