La posible ampliación de los carriles exprés a lo largo de Beltway ha suscitado un acalorado debate entre los dirigentes de Maryland y Virginia. El puente Wilson, que atraviesa el río Potomac, se encuentra en el centro de esta controversia, reseña NBC Washington.
Los responsables de Virginia apoyan firmemente la ampliación de sus carriles exprés hasta el condado de Prince George, en Maryland. Bill Cuttler, ingeniero del distrito norte de Virginia del VDOT, subraya las ventajas: "Conectaría National Harbor con Tysons", explica Cuttler, "más virginianos disfrutarían de National Harbor y mejoraría la conectividad con Springfield y otras zonas".
En la actualidad, los carriles exprés de Virginia ofrecen a los conductores la opción de pagar un peaje por un trayecto más rápido, mientras que los vehículos compartidos por tres o más pasajeros los utilizan gratuitamente. El VDOT calcula que estos carriles generan entre 20 y 30 millones de dólares anuales.
Sin embargo, no todo el mundo cree que esta ampliación vaya a dar resultados positivos. Eric Olson, miembro del Consejo del condado de Prince George's, comparte las preocupaciones en nombre de los residentes y funcionarios locales. "Prince George's tiene importantes preocupaciones sobre este proyecto, en particular sobre el desplazamiento del cuello de botella", menciona Olson. "No queremos que ese cuello de botella se traslade al condado de Prince George".
A los funcionarios de Maryland les preocupa que el aumento de la congestión se extienda a su jurisdicción, empeorando los problemas de tráfico existentes. El diseño original del puente Wilson contemplaba posibilidades de carriles exclusivos para autobuses o Metrorail, con el objetivo de lograr una solución global para el transporte.
Mientras continúan las discusiones, el VDOT se mantiene optimista. Creen que su propuesta mejorará la conectividad y la fluidez del tráfico entre zonas clave de Virginia y Maryland. Los carriles exprés previstos podrían proporcionar un enlace directo entre National Harbor y Tysons, aliviando potencialmente el estrés del tráfico para los viajeros diarios.
Por otro lado, los funcionarios de Maryland piden cautela. Temen que sólo se desplace el cuello de botella del tráfico en lugar de resolver el problema. Piden análisis minuciosos y una planificación exhaustiva para garantizar que los cambios propuestos no supongan una carga involuntaria para las comunidades locales.
La junta de planificación del transporte de la región tiene previsto votar la propuesta de ampliación la próxima semana. La decisión podría impactar significativamente a la experiencia de los desplazamientos al trabajo de los residentes de ambos lados del río Potomac.
