Irán convocó a los embajadores extranjeros en Teherán para transmitirles su intención de tomar represalias contra Israel tras el asesinato de Ismail Haniyeh, el líder de Hamás, en la capital iraní.
Irán hace hincapié en su "deber moral" de "castigar" lo que califica de "aventurerismo" y violación de las normas internacionales por parte de Israel.
Reunión de Emergencia de la OCI
En respuesta al incidente, Irán pidió una reunión de emergencia de la Organización de Cooperación Islámica (OCI), que se reunirá el miércoles en Yeda (Arabia Saudí).
Teherán pretende asegurarse el apoyo de los Estados árabes para emprender acciones punitivas contra Israel. Aunque muchos líderes del Golfo condenan el acto, instan a Irán a actuar con moderación.
Israel permanece en alerta máxima ante posibles represalias. Yoav Gallant, ministro de Defensa israelí, aseguró que el ejército está preparado para una "rápida transición a la ofensiva".
De este sentimiento se hizo eco el primer ministro Benjamin Netanyahu, que recientemente declaró que Israel ya está inmerso en un conflicto de múltiples frentes con Irán y sus aliados.
Los anteriores esfuerzos del difunto presidente iraní Ebrahim Raisi para reunir a los Estados del Golfo en apoyo militar contra Israel habían fracasado. Raisi falleció en un accidente de helicóptero a principios de este año.
Es posible que Irán retrase sus acciones hasta después de la reunión de la OCI, aunque el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, sugirió que Teherán podría iniciar ataques coordinados en breve. El presidente Joe Biden se reunió el lunes con su equipo de seguridad nacional para evaluar la evolución de la situación.
El aeropuerto de Teherán canceló varios vuelos, lo que indica el temor de que los aviones civiles puedan correr peligro debido a la inminente actividad militar. Los precedentes históricos, como el derribo accidental de un vuelo ucraniano por el IRGC en enero de 2020, subrayan estas preocupaciones.
Conversaciones con Rusia
El secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, Sergei Shoigu, llegó a Teherán el lunes para mantener conversaciones con dirigentes iraníes, entre ellos el presidente Masoud Pezeshkian.
A pesar de haber sido destituido de su cargo como ministro de Defensa ruso, Shoigu sigue siendo una figura clave en la cooperación ruso-iraní en materia de defensa. Su visita no sugiere ninguna inclinación por parte de Moscú a instar a Teherán a mostrar moderación.
Justificación de la posible respuesta militar de Irán
Las autoridades iraníes están enmarcando su posible respuesta militar como una medida necesaria para restablecer la disuasión regional. Ali Bagheri, ministro de Asuntos Exteriores en funciones de Irán, hizo hincapié en el "deber moral" de resistir en silencio ante la opresión palestina.
Nasser Kanaani, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, declaró que la acción de Teherán es inevitable. “Irán busca establecer la estabilidad en la región, pero esto sólo se logrará castigando al agresor y creando disuasión contra el aventurerismo del régimen sionista [Israel]”, dijo Kanaani, al tiempo que pidió a Estados Unidos que deje de apoyar a Israel y agregó que la comunidad internacional había fallado en su deber de salvaguardar la estabilidad en la región y debería apoyar el “castigo del agresor”.
Actividades diplomáticas
Jordania también se mostró activa desde el punto de vista diplomático, y el rey Abdullah II y otros funcionarios entablaron conversaciones con sus homólogos estadounidenses y británicos, expresando la opinión de que la resolución de la crisis depende de que Israel cese las operaciones militares en Gaza.
La postura de Jordania sugiere una fuerte resistencia a ayudar a cualquier esfuerzo dirigido por EEUU contra Irán.
En Irán, quienes aconsejaron cautela o incluso sugirieron que el país podría explotar diplomáticamente la extralimitación de Israel parecen haber perdido ante quienes sostienen que debería haber un ataque coordinado contra Israel organizado por
Hezbolá, Hamás, los grupos militantes iraquíes, los hutíes en Yemen y el propio Irán.