El Real Madrid tropezó en su esperado estreno en LaLiga, empatando 1-1 contra un resistente equipo del Mallorca este domingo. A pesar de mostrar una gran alineación, los campeones defensores no pudieron convertir sus oportunidades, revelando debilidades potenciales para la temporada que recién empieza.
Kylian Mbappé hizo su esperado debut en LaLiga junto a estrellas como Vinícius Jr. y Jude Bellingham, pero ni siquiera sus esfuerzos combinados pudieron asegurar la victoria. La ausencia del maestro del centro del campo Toni Kroos se hizo notar, afectando a la creación de juego del Madrid en los momentos críticos.
Esquema de juego dominante del equipo local
El estadio Son Moix fue testigo de la transformación del Mallorca bajo el mando de Jagoba Arrasate, con un estilo de juego más agresivo y vertical en comparación con la etapa de Javier Aguirre. Este enfoque produjo dividendos tempranos con dos ocasiones significativas en los primeros cinco minutos, poniendo presión inmediata sobre la defensa del Madrid.
El Real Madrid respondió rápidamente con Rodrygo, que resultó como el autor del primer gol en el minuto 12. Su disparo colocado con precisión por encima del portero del Mallorca Dominik Greif ilustró la capacidad del Madrid para ataques rápidos e incisivos.
Sin embargo, mantener una presión constante se convirtió en un reto para el Madrid. Mbappé se mantuvo activo, pero no pudo forjar oportunidades claras para ampliar su ventaja. Mientras tanto, Vinícius Jr. molestó constantemente a su marcador, Maffeo, sacando numerosas faltas y exacerbando los desafíos defensivos del Mallorca.
La persistencia del Mallorca dio sus frutos poco después del descanso. Un potente cabezazo de Vedat Muriqi tras un saque de esquina de Dani Rodríguez igualó el marcador, electrizando al público local y preparando el terreno para una apasionante segunda parte.
Ocasiones de Mbappé en su debut con el Real Madrid en LaLiga
El Madrid presionó para recuperar su ventaja, con Mbappé generando varios acercamientos. En el minuto 61, su disparo raso provocó una espectacular parada de Greif, que fue fundamental para evitar el gol del Madrid.
Al concluir el partido, la tensión aumentó. El Mallorca se defendió con firmeza, repeliendo los incesantes ataques del Madrid. El drama alcanzó su punto máximo cuando Ferland Mendy recibió una tarjeta roja directa por una falta sobre Muriqi, dejando al Madrid para terminar con diez hombres.
El Mallorca celebró el empate como un gran logro. Para el Real Madrid, el resultado planteó más preguntas que respuestas. Mostraron momentos de brillantez sin establecer el dominio, despertando preocupaciones sobre su profundidad y cohesión como defensores del título.
