Los científicos reconocen desde hace tiempo el papel del virus del papiloma humano (VPH), la infección de transmisión sexual más común en todo el mundo, en la contribución a la infertilidad.
Tradicionalmente, la investigación se centró principalmente en las mujeres. Sin embargo, estudios recientes exploran cada vez más las implicaciones del VPH en la fertilidad masculina.
Estudio del VPH sobre la fertilidad en hombres
Un innovador estudio realizado por investigadores argentinos demuestra que las cepas de VPH de alto riesgo, conocidas por sus asociaciones con el cáncer, no sólo superan en número a las cepas de bajo riesgo, sino que también suponen una amenaza significativa para la calidad del esperma.
Publicado en la revista Frontiers in Cellular and Infection Microbiology, el estudio descubre que las cepas de VPH de alto riesgo suprimen componentes inmunitarios cruciales en el tracto genital masculino.
Esta supresión impide que el organismo elimine el VPH de forma eficaz, lo que podría dar lugar a infecciones adicionales que perjudicarían aún más la fertilidad masculina.
Virginia Rivero, autora principal del estudio y catedrática de Inmunología de la Universidad Nacional de Córdoba, señaló: "Los individuos no suelen presentar síntomas ni signos y, sin embargo, son portadores del VPH en el tracto genital masculino". Esta naturaleza asintomática complica los esfuerzos de detección y tratamiento.
Los datos históricos de una revisión sistemática de 50 estudios realizada en 2020 indicaron que los hombres infértiles tenían una mayor incidencia de semen positivo al VPH, con un 21%, en comparación con el 8% de la población masculina general.
Los hombres con VPH en el semen tenían tres veces más probabilidades de infertilidad que los que no tenían VPH.
Vacuna contra el VPH
Existen más de 200 cepas del VPH. Las más arriesgadas causan varios tipos de cáncer, lo que afecta significativamente a la población estadounidense cada año: alrededor de 26.000 mujeres y 21.000 hombres reciben cada año diagnósticos de cáncer vinculados al VPH.
Disponible desde 2006, la vacuna contra el VPH se dirigía inicialmente a las niñas, pero se amplió a los niños en 2011. Previene nueve de las cepas más peligrosas del VPH, incluidas las que causan verrugas genitales.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) recomiendan la vacunación sistemática de todos los niños y niñas a los 11 o 12 años, con una opción de puesta al día disponible hasta los 26 años para aquellos que se hayan saltado dosis anteriores.
A pesar de su eficacia, las tasas de vacunación varían; un estudio de los CDC informó de que el 65% de los adolescentes nacidos en 2007 estaban completamente vacunados a los 15 años, frente al 60% de los nacidos en 2008, probablemente debido al impacto de la pandemia.
Resultados del estudio
En su reciente estudio, Rivero y su equipo examinaron muestras de eyaculación de 205 hombres, ninguno de ellos vacunado contra el VPH, con una edad media de 35 años. De ellos, 39 hombres (19%) dieron positivo en las pruebas del VPH.
Las cepas de alto riesgo aparecieron en 20 hombres, mientras que siete tenían cepas de bajo riesgo. Un análisis detallado demostró que los hombres con VPH de alto riesgo presentaban niveles reducidos de células inmunitarias en el semen, lo que sugiere una capacidad disminuida para combatir el virus.
Esta supresión podría aumentar la susceptibilidad a otras infecciones, poniendo aún más en peligro la fertilidad. Las pruebas indicaron daños por estrés oxidativo en el esperma de los hombres con cepas de VPH de alto riesgo, lo que contribuye a una mayor mortalidad del esperma.
El VPH en los hombres también podría afectar a la fertilidad al transmitir el virus al aparato reproductor femenino, interfiriendo potencialmente en el embarazo. Algunos estudios asocian el semen positivo al VPH con un mayor riesgo de aborto en las terapias de reproducción asistida.