Lydia Ko, la golfista neozelandesa que alguna vez fue la número uno mundial más joven, reavivó su carrera con una victoria significativa en el Open Femenino. Esta victoria marca un hito importante tras una década de altibajos desde su ascenso inicial a la prominencia.
Una década de altibajos culmina en la gloria
La jugadora de 27 años cerró su última ronda con un brillante 69 golpes, 3 bajo par (69), cerrando el torneo con un total de 7 bajo par. BBC News destacó que su victoria no solo le asegura su tercer tercer título de Grand Slam, sino que le añade un premio de $1.425 millones.
Ascenso meteórico y descenso sorpresivo
En 2015, Ko estableció un récord inolvidable con un 63 en el Campeonato de Evian, su primer triunfo en un major. Posteriormente, ganó el título ANA Inspiration. Con estas victorias, el mundo del golf anticipó que dominaría los torneos majors en los años siguientes. Pero la naturaleza impredecible del deporte presentó desafíos que transformaron su trayectoria.
A pesar de haber logrado una medalla de oro olímpica y ser la miembro más joven del Salón de la Fama de la LPGA, CNN reseñó que Ko enfrentó críticas y muchos la consideraron poco exitosa en años recientes debido a su desempeño variable. Pero esta reciente victoria en un major desafía esa percepción negativa.
“Mi madre dice que era mucho mejor cuando tenía 15 años. Pero ahora puedo decir, oye, quizá esta afirmación esté equivocada”,
compartió Ko con una sonrisa, reflejando su confianza renovada y optimismo.
Lydia Ko capitaliza error de rival
El punto de inflexión del torneo llegó cuando Ko aprovechó un error crucial de su rival, Nelly Korda. Korda, que había liderado gran parte del campeonato, sufrió un doble bogey en el hoyo 14 tras un golpe de cuña que sobrepasó el green. Este error le costó caro, ya que no pudo recuperarse.
Ko, por su parte, mantuvo la calma y capitalizó la oportunidad. Su tenacidad y habilidad le permitieron asegurar la victoria y demostrar que aún tiene mucho que ofrecer en el mundo del golf.
La victoria de Ko en el Open Femenino es más que un simple triunfo; es un renacimiento. Ha demostrado que, a pesar de los altibajos, sigue siendo una fuerza a tener en cuenta en el golf femenino. Esta victoria no solo consolida su legado, sino que también inspira a las futuras generaciones de golfistas.