Una mujer herida de bala en la pierna durante un partido de los Chicago White Sox el año pasado presentó una demanda contra el equipo y la agencia que gestiona el Guaranteed Rate Field.
Identificada únicamente como Jane Doe, la víctima estaba sentada en la sección 161 de las gradas del jardín izquierdo el 25 de agosto de 2023, cuando se produjo el incidente. Otra mujer, de 26 años, que se encontraba en la misma sección, sufrió una herida por roce en el abdomen. En el momento del tiroteo, Doe tenía 42 años, según informó el Chicago Sun-Times.
John J. Malm, abogado de Doe, anunció la demanda la semana pasada en el Tribunal de Circuito del Condado de Cook. La demanda acusa a los Chicago White Sox y a la Autoridad de Instalaciones Deportivas de Illinois (ISFA) de no hacer cumplir la prohibición de armas de fuego del estadio y de no proteger a los asistentes de los peligros previsibles.
Doe solicita más de $50.000 por daños, lesiones personales y pérdidas.
¿Qué pasó realmente en el juego de los Chicago White Sox?
En septiembre de 2023, la policía declaró que no saben si los disparos se habían originado dentro o fuera del estadio. El equipo legal de Doe afirma que un arma de fuego entró en el recinto y posteriormente la hirió, pero no aportaron pruebas concretas de esta afirmación. El abogado consideró la posibilidad de compartir el documento real de la demanda.
Las preguntas sobre el origen de los disparos persisten. Cuando se le preguntó el martes si los detectives habían determinado el origen de los disparos, el portavoz de la policía de Chicago, Nathaniel Blackman, mencionó que la investigación sigue en curso.
El incidente del tiroteo encendió el debate sobre las medidas de seguridad en los acontecimientos deportivos, en particular sobre la aplicación de las prohibiciones de armas de fuego. Las acusaciones apuntan a posibles fallos en los protocolos de seguridad de los estadios y a sus implicaciones para la seguridad pública.