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La comunidad latina enfrenta nuevos obstáculos en el proceso electoral por la Ley SB1. ¿De qué trata?

La SB1 ha creado un ambiente de miedo y desconfianza que disuade a los voluntarios de ayudar a los votantes.

Más de 20 organizaciones han demandado a Texas, argumentando que la SB1 limita su capacidad para ayudar a los votantes. | Foto: Twitter (@ElValleYa).

La Ley de Protección de la Integridad Electoral de 2021, conocida como SB1, renovó las leyes electorales de Texas. Esta ley, que introduce nuevas restricciones al proceso de votación, ha sido criticada por organizaciones defensoras de los derechos civiles y por líderes de la comunidad latina, quienes argumentan que su verdadero objetivo es suprimir el voto, especialmente entre los latinos.

La importancia de la asistencia al voto

Aunque el artículo 208 de la ley permite la asistencia a personas ciegas o discapacitadas, los críticos sostienen que esta la Ley SB1 criminaliza las actividades de asistencia y afecta desproporcionadamente a la comunidad latina.

Los votantes latinos a menudo necesitan ayuda debido a barreras como discapacidades o la falta de dominio del inglés. "Ahora, quienes ayudan a los votantes deben prestar juramento. Si infringen las normas, podrían enfrentar cargos penales", explicó a Telemundo Tania Chávez Camacho, directora ejecutiva de La Unión del Pueblo Entero (LUPE).

La asistencia al voto es fundamental para garantizar que todos los ciudadanos puedan ejercer su derecho al voto. Sin embargo, la SB1 ha creado un ambiente de miedo y desconfianza que disuade a los voluntarios de ayudar a los votantes. LUPE y más de 20 organizaciones han demandado a Texas, argumentando que la SB1 limita su capacidad para ayudar a los votantes.

Una ley diseñada para suprimir el voto

La SB1 introduce varios cambios que buscan prevenir el fraude electoral, pero también añade reglas más estrictas para asistir a votantes con discapacidades y establece sanciones penales por asistencia inadecuada.

El lenguaje poco claro de la ley genera un ambiente de temor entre los voluntarios que quieren ayudar. Según la SB1, quienes asisten a los votantes deben declarar su relación con ellos y prestar un juramento, lo que limita su ayuda a tareas específicas y evita cualquier influencia indebida bajo la amenaza de perjurio.

Las penas van desde un año de prisión y multas de $4.000, hasta 2 años de prisión y $10.000 en multas en los casos más graves.

María Cristela Rocha, miembro de LUPE, comparte su preocupación: "Estamos asustados de ayudar a los votantes. La amenaza de que un error pueda anular un voto y llevarnos a la cárcel es muy intimidante".

La demanda contra Texas está actualmente en curso y ha implicado a varios funcionarios estatales como demandados. Sin embargo, las respuestas por parte de estas oficinas han sido mínimas.

  • Lisa Wise, administradora electoral del Condado de El Paso, no se pronunció debido a la situación legal.
  • A pesar de la lucha en los tribunales, funcionarios como John B. Scott, exsecretario de Estado de Texas, y Warren Kenneth Paxton, el actual fiscal general, defienden la SB1, alegando que busca fortalecer la integridad del proceso electoral.
  • El senador Bryan Hughes, autor de la ley, sostiene que esta aborda problemas reales de fraude electoral.
  • El representante demócrata Diego Bernal señala que la incidencia del fraude electoral en Texas es extremadamente baja en comparación con el total de votos emitidos.

La importancia del voto latino

Laura MacCleery, de UnidosUS, sugiere que hay una relación entre leyes restrictivas como la SB1 y el crecimiento del poder del voto latino. Según UnidosUS, 18 millones de latinos están registrados para votar, pero hay 31.2 millones que tienen derecho a hacerlo. Es crucial cerrar esta brecha en el registro para asegurar que la comunidad latina esté apropiadamente representada en las urnas.

Además, en otros estados como Arkansas y Missouri se enfrentan desafíos similares, donde se han presentado demandas contra restricciones en la asistencia al voto.

El futuro del voto en Texas con la Ley SB1

A pesar de los obstáculos legales, la comunidad sigue mostrando su determinación. María Cristela Rocha, quien recientemente obtuvo su ciudadanía, está emocionada por participar en sus primeras elecciones. "Me hice ciudadana porque estamos cansados de que nos quiten nuestros derechos. Seguiremos luchando por el derecho a ayudar a la gente a votar", concluye.

El camino hacia la participación electoral plena para los votantes latinos en Texas está lleno de desafíos, pero la comunidad no se rinde. Gracias a la lucha legal y la organizativa, muchos defienden el derecho a acceder a las urnas. La defensa del voto es fundamental, y cada esfuerzo cuenta en la construcción de un futuro más justo y equitativo. La esperanza persiste, y con ella se fortalecen las acciones que buscan asegurar que todos tengan una voz en el proceso electoral.

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