Ian Horney, un experimentado pescador comercial de cangrejos en Maryland, se enfrenta a una cruda realidad. A pesar del aumento de los precios de los platos de cangrejo para los consumidores, los beneficios económicos para los cangrejeros como él siguen disminuyendo. Factores como la inflación y la escalada de los costes del combustible recortan severamente los beneficios. Nada está garantizado cuando salgo del muelle", comparte Horney, subrayando la naturaleza precaria de su trabajo. reseña WTOP.
El número de pescadores comerciales de cangrejo con licencia en Maryland ha descendido al nivel más bajo de la década, con sólo 5.400 licencias expedidas este año. Este descenso refleja los complejos retos a los que se enfrenta la industria. Aunque no se dispone de registros detallados anteriores a 2013, la tendencia causa inquietud a quienes dependen de la pesca del cangrejo para su subsistencia.
Jason Ruth, propietario de Harris Seafood Company, hizo hincapié en la imprevisibilidad de la industria. No es una industria a la que la gente acuda en masa para ganarse la vida", explicó Ruth, señalando que la presión financiera durante los años de vacas flacas puede ser difícil de soportar.
Los retos van más allá de la economía. La degradación medioambiental provocada por el desarrollo de la zona de Baltimore-Washington provoca escorrentías y aguas residuales en las aguas, lo que repercute en los ecosistemas de los que dependen los cangrejos. 'No se puede utilizar como retrete y esperar algo diferente', lamentó Horney, señalando zonas de la bahía donde los niveles de oxígeno descendieron, creando 'zonas muertas'.
Esta presión sobre el ecosistema, unida al aumento de los costes operativos, disuade a las generaciones más jóvenes de dedicarse a este oficio. Horney mencionó que sus hijos han optado por no seguir su camino. 'A menos que ya estés establecido y tengas tu equipo, es difícil para un joven lanzarse a este negocio', señaló, citando unos elevados costes de puesta en marcha que ascienden a cientos de miles de dólares.
La tensión económica es palpable para los cangrejeros que no se están beneficiando de los altos precios del cangrejo al por menor. 'Nuestros cangrejos se están reduciendo en este extremo', explicó Horney, 'pero en el extremo minorista no hay una caída del precio'. Él expresa un sentimiento compartido entre los acuicultores que ansían una parte justa de los ingresos de la venta al por menor.
