Casi 25% de exjugadores de la NFL sospechan que padecen encefalopatía traumática crónica (ETC), una afección cerebral degenerativa vinculada a los traumatismos craneoencefálicos repetidos. Esta revelación surgió de una encuesta exhaustiva realizada por la Universidad de Harvard, publicada en JAMA Neurology, que pone de relieve las preocupaciones actuales sobre la salud cognitiva dentro de la comunidad de retirados del fútbol americano.
¿Qué es la ETC?
La encefalopatía traumática crónica es una enfermedad cerebral que solo puede diagnosticarse después de la muerte. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), esta afección se asocia con repetidos golpes en la cabeza. Los jugadores que comienzan a practicar deportes de contacto desde jóvenes y continúan hasta la adultez enfrentan un mayor riesgo de desarrollar esta enfermedad.
Una epidemia oculta en el deporte
La encuesta abarcó a 1.980 jugadores retirados con carreras que van de 1960 a 2020. De estos, 681 individuos afirmaron creer que sufren de ETC. Además, más de 230 jugadores reportaron pensamientos suicidas, mientras que 176 recibieron diagnósticos de Alzheimer u otras formas de demencia.
Los investigadores descubrieron que los exjugadores que sospechan tener ETC enfrentan problemas de función cerebral más graves, bajos niveles de testosterona, depresión y dolor crónico en comparación con aquellos que no creen tener la condición.
Impacto de la ETC en la salud mental
Aproximadamente el 25% de quienes piensan tener ETC también reportaron haber tenido pensamientos o comportamientos suicidas, en comparación con solo el 5% de los que no creen sufrir de esta enfermedad.
El estudio también destacó el deterioro cognitivo de muchos exjugadores antes de su fallecimiento, revelando más de 300 diagnósticos póstumos de ETC entre atletas de la NFL.
Suicidios y ETC: un vínculo preocupante
El caso de Heather Anderson, una futbolista profesional australiana que es la primera mujer diagnosticada con ETC tras su fallecimiento a los 28 años, añade una capa más a esta problemática. Se ha sospechado que su muerte fue un suicidio, e investigadores han observado que quienes desarrollan ETC tienen mayor riesgo de tomar decisiones trágicas.
Otros casos como los de Dave Duerson y Junior Seau, quienes se quitaron la vida y posteriormente resultaron ser portadores de ETC, también han puesto de manifiesto la gravedad del problema. Aunque faltan datos concluyentes, la conexión entre la ETC y el suicidio preocupa a la comunidad médica y deportiva.
La cruda realidad del diagnóstico póstuma
A pesar de las preocupantes creencias de los exjugadores, el diagnóstico definitivo de la ETC sigue siendo posible únicamente de manera póstuma. Esta incertidumbre complica la identificación de si los síntomas son causados por la ETC o por otros problemas médicos.
Así, pensar que se padece ETC puede intensificar los síntomas depresivos, independientemente de la existencia real de la enfermedad. La Dra. Rachel Grashow, neurocientífica y autora principal del estudio, resaltó la necesidad de abordar las condiciones tratables que imitan los síntomas de la ETC.
"Los esfuerzos por identificar y tratar afecciones como la apnea del sueño, la testosterona baja, la presión arterial alta y el dolor crónico podrían evitar la atribución prematura de los síntomas a la ETC, reduciendo la desesperanza y las conductas autolesivas", comentó Grashow, citada por NPR.
Avances en seguridad no detienen lesiones cerebrales
A pesar de los avances en la tecnología de cascos y la mejora de protocolos para la seguridad de los jugadores, las lesiones en la cabeza siguen siendo un problema actual. Las recientes tragedias en el fútbol juvenil y los problemas de salud del mariscal de campo de los Miami Dolphins, Tua Tagovailoa, quien experimentó su tercera conmoción cerebral, demuestran que estos desafíos continúan.
Este año, un grupo de 35 exfutbolistas, muchos destacados en la Premier League, presentó una demanda contra diversas entidades de fútbol en Inglaterra por lesiones cerebrales sufridas a lo largo de su carrera. La demanda, que incluye 8.000 páginas de pruebas médicas, documenta casos de demencia y síndromes post-conmocionales, señalando posibles fallas en las medidas de seguridad.
La encefalopatía traumática crónica pone de manifiesto un reto crucial para la salud de los exjugadores de la NFL y de otros deportistas. Es fundamental que la comunidad médica y deportiva actúen con rapidez para mejorar el diagnóstico y tratamiento de las afecciones relacionadas con los traumatismos craneales.
