El mundo del baloncesto está de luto. Dikembe Mutombo, el imponente pívot conocido por sus bloqueos y su gran corazón, falleció a los 58 años tras una larga batalla contra el cáncer cerebral.
Un gigante en la cancha
Con sus 2.18 metros de altura, Mutombo se convirtió en una fuerza imparable en la NBA. Seleccionado en el cuarto puesto del Draft de 1991 por los Denver Nuggets, rápidamente se ganó el respeto de sus compañeros y rivales. Su excepcional talento y su característico movimiento de dedos, que señalaba "no" a los jugadores tras bloquear un tiro, lo convirtieron en una de las imágenes más icónicas del baloncesto.
Un legado imborrable en la NBA
Durante sus 18 temporadas en la NBA, Mutombo jugó para varios equipos, incluyendo los Atlanta Hawks, los Philadelphia 76ers y los Houston Rockets. Fue 8 veces All-Star, lideró la liga en bloqueos durante 5 temporadas consecutivas y se retiró como el segundo líder de todos los tiempos en tiros bloqueados, acumulando 3,289 bloqueos.
En 2015, ingresó al Salón de la Fama del Baloncesto, consolidando su lugar entre las leyendas del deporte. Tras su retirada en 2009, tanto los Atlanta Hawks como los Denver Nuggets retiraron su camiseta con el número 55 en reconocimiento a su contribución al equipo y al deporte, reseñó BBC News.
Dikembe Mutombo, más que un jugador
Nacido en la República Democrática del Congo, utilizó su plataforma de fama para impulsar el cambio en su país y en toda África. Se destacó como embajador mundial de la NBA y un humanitario comprometido. Fundó la organización benéfica Dikembe Mutombo Foundation, enfocada en mejorar la vida de los niños y las comunidades necesitadas.
La muerte de Mutombo es una gran pérdida para el mundo del baloncesto y para todas las personas que lo conocieron. Su legado trascenderá más allá de la cancha. Mutombo fue un ejemplo de cómo un atleta puede utilizar su plataforma para hacer del mundo un lugar mejor.
