Entre las dificultades económicas para llegar a fin de mes y la incertidumbre ante la llegada de un nuevo gobierno, cientos de inmigrantes, muchos de ellos indocumentados, tienen a la Oficina de Asuntos Latinos de la Alcaldía (MOLA) como su santuario confiable para acudir en busca de información sobre los servicios, programas de ayuda o para la traducción de una carta.
Mientras la población que más acude, entre 20 y 40 personas diariamente, proviene el 80% de El Salvador, seguido de Honduras y Guatemala, en años recientes la presencia de inmigrantes venezolanos es notoria en sus instalaciones.

“Los venezolanos por ser los recién llegados y no tener una red de contactos vienen en busca de información sobre las escuelas públicas, el TPS, asilo político y cómo conseguir vivienda, pero éste último es una necesidad difícil de solventar”, dijo Eduardo Perdomo, director ejecutivo, quien informó que las oficinas de MOLA desde esta semana ya no están en el conocido edificio esquinero de las calles 14 y U. La nueva dirección está en el séptimo piso de 899 North Capitol Street, NE (northeast).
Para no resentir la confianza ganada entre la comunidad inmigrante y hasta que se logre el proceso de transición se mantendrá una mesa informativa de los servicios en las afueras del edificio 2000, de la calle 14. “Vamos a instalar una carpa identificable para atender al público. Nuestra estrategia es tener oficinas ambulatorias en los barrios donde se concentra nuestra población”, agregó Perdomo.
Cuando el esposo de Elida García se quedó sin trabajo durante la pandemia, reunir casi dos mil dólares para renta se convirtió en una pesadilla hasta que ella se enteró que en MOLA tenían información sobre asistencia financiera para cubrir el alquiler. Los jóvenes embajadores comunitarios le ayudaron con la aplicación para el programa Stay DC.
Hace poco García necesitó información sobre ayuda legal y hasta allá fue para que la conecten con alguna de las 23 organizaciones que ofrecen servicios legales y con las que MOLA tiene acuerdos.
Los servicios de MOLA rondan alrededor de tres áreas fundamentales: seguro de salud; beneficios de la seguridad social como el programa de estampillas para la comida, el plan de asistencia temporal para familias necesitadas (Tanf en inglés); y, ayuda para el pago de la renta atrasada.
“Tenemos el seguro de salud Alliance y todos, con o sin documentos, tienen derecho a asegurarse y eso ha hecho posible que en la ciudad el 98% de los habitantes tenga seguro de salud, con los latinos tenemos que seguir trabajando para aumentar los porcentajes”, señaló Perdomo.
Otros servicios son temporales o de periodicidad quincenal, es el caso de los empleos interinos de verano para los jóvenes entre 14 y 24 años y la distribución de alimentos para 400 familias dos veces al mes.
Quienes dan atención son los jóvenes embajadores comunitarios. “Les damos la oportunidad a partir de los 18 años para que trabajen entre 20 y 30 horas semanales conectando a la gente con los servicios de renta, salud, empleo o con oficinas legales”, contó Perdomo.
MOLA: antes y después de la pandemia

Durante la pandemia, las necesidades estaban más relacionadas con la falta de trabajo, las pruebas y las vacunas. Por ejemplo, el departamento de empleo recibió en los dos primeros meses de la emergencia sanitaria todas las solicitudes que se habrían sometido en un año. “Eso colapsó el sistema y tuvimos que ingeniarnos las maneras de sostenerlo, pero esa ya no es la necesidad inmediata, ahora lo más urgente es el seguro médico y esa no era una prioridad antes del 2020, lo que sí sigue siendo un apremio permanente son las estampillas de la comida”, señaló Perdomo.
La gran diferencia, según este funcionario, ha sido la relación de confianza entre MOLA y la comunidad latina. Esa se ha ido profundizando y ahora “somos un referente de soluciones”, puntualizó.
“Antes del 2020, estábamos construyendo esa relación cercana con la gente y la pandemia lo aceleró. Todos los días llegan entre 20 y 40 personas y al final de cada tenemos hasta 200 personas para renovar las aplicaciones de renta atrasada y de seguro médico, eso no ocurría hace cuatro años”.
Las barreras: el idioma e internet
La necesidad agudizó el ingenio y lo que era un servicio informativo se convirtió en un proceso de acompañamiento. Es el caso de las aplicaciones para el seguro de salud, no solo se les informa sobre los requisitos, se les ayuda a llenar la solicitud, someter las aplicaciones por internet y hacer un seguimiento de caso.
Algo similar se hace con las solicitudes de los pequeños negocios ambulantes. Matea Salvador, una vendedora de perfumes, desodorantes, camisetas y, como ella dice, “otras cositas más” es una de las que obtuvo la licencia que le permite tener su puestito de ventas en Columbia Heights.

“No tenía idea cómo registrarme para licencia. En MOLA y me ayudaron, estoy tan agradecida de la atención y la amabilidad que me siento bendecida. Pronto tendré que renovar la licencia, para eso necesito una prueba de manos limpias y ellos me ayudarán. Siempre que pueden me echan una mano”, aseguró Salvador.
A unos 13 comerciantes ambulantes latinos de Columbia Heights se les ayudó a crear el perfil del negocio, obtener las certificaciones, llenar los impuestos y registrarlos. Siete de ellos ya tienen licencia y los otros están en trámite.
“La comunidad -dijo Perdomo- sabe de la disponibilidad de los servicios y programas, el problema es la accesibilidad y eso en MOLA lo hemos tomado como bandera para encontrar la forma de cómo hacemos que eso le llegue a la gente. La gran batalla es el idioma y la navegación en internet para aplicar para las estampillas de la comida, la renta atrasada o las licencias”.
MOLA también es fuente de consultas para cartas en inglés que reciben los miembros de la comunidad. “Nos dicen, ‘me llegó esta notificación de la oficina de impuestos, de Pepco o de Washington gas y no entiendo’, allí estamos nosotros para ayudarlos”.
Cambio de dirección
La razón del cambio de dirección de las oficinas de MOLA es porque el edificio donde por 37 años venían trabajando necesita una renovación que se estima demorará unos tres años. Sus pisos serán transformados en departamentos de vivienda y oficinas.
“No estamos seguros de que nuestra nueva dirección sea temporal, pero la intención es que la oficina esté donde la comunidad latina está. Los latinos estamos estrechamente vinculados a nuestro código postal, queremos estar donde está nuestro mercado, la iglesia, los vecinos, atendiendo a esa forma de ser vamos a tener oficinas móviles en las calles donde los latinos transitan para no perder el acercamiento y para cumplir con un compromiso de la alcaldesa, Muriel Bowser, de llevar los servicios donde está la gente”.
A tomar en cuenta
Contacto. El cambio de dirección de MOLA no implica un cambio de número de teléfono. Si necesita comunicarse puede seguir llamando al 202-671-2825.
Transporte. Para llegar a las nuevas oficinas de MOLA, las estaciones de metro más cercanas son Unión Station o en la estación NOMA-Gallaudet U New York Avenue.