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Los casos de demencia en EEUU duplicarán su número para 2060, según estudio

El alzheimer es responsable de entre el 60% y 80% de los casos de demencia, según cifras de la OMS. Foto: Pixabay

¿Problemas de memoria? Quizás es momento de prestar atención. La demencia, no un olvidito cualquiera, podría convertirse en una epidemia silenciosa en Estados Unidos. Según los expertos, los diagnósticos no solo están a la alza, sino que podrían duplicarse para 2060. Pero calma, en una batalla donde la genética y los años no están de nuestro lado, hay estrategias para ganar. Te contamos qué está pasando y por qué debemos actuar antes de olvidar dónde empezó todo.

¿Quién está en mayor riesgo?

Según investigadores de NYU Langone Health y Nature Medicine, se espera que los casos de demencia se dupliquen para 2060, pasando de 514,000 diagnósticos por año en 2020 a un millón.

Los investigadores hallaron que el 42% de las personas mayores de 55 años desarrollarán demencia en alguna etapa de su vida. Este riesgo afecta al 35% de los hombres y al 48% de las mujeres. Las mujeres enfrentan un mayor riesgo debido a su mayor expectativa de vida, lo que les da más tiempo para que esta condición se desarrolle.

Además, existe una gran disparidad racial:

  • Las personas negras tienen tasas de diagnóstico significativamente más altas y una aparición más temprana en comparación con las personas blancas.
  • Se estima que para 2060 los casos de demencia en adultos negros podrían triplicarse.
  • Esto ocurre debido a factores como el limitado acceso a la educación, la nutrición adecuada y la atención médica, según los investigadores.

Genética, edad y algo más…

El envejecimiento de la población impulsa esta tendencia alarmante. Los Baby Boomers, nacidos entre 1946 y 1964, alcanzarán los 75 años en 2040, una edad donde los diagnósticos de demencia aumentan de forma drástica. Según el estudio, solo el 17% de los casos ocurren antes de los 75 años y la edad promedio de diagnóstico es 81 años.

Por otro lado, factores genéticos también influyen. Las personas con 2 copias de un gen llamado APOE4 tienen un 59% de probabilidad de desarrollar demencia. Esta cifra disminuye al 48% con una copia y al 39% sin copias de este gen, lo que destaca su impacto significativo.

¿Se puede hacer algo contra la demencia?

Aunque no podemos detener el paso del tiempo y cambiar la genética sigue siendo ciencia ficción, el estilo de vida puede marcar la diferencia. Según el estudio, abordar factores como el peso saludable, una dieta balanceada, la salud mental y la pérdida auditiva podría retrasar o prevenir casi la mitad de los casos.

Un hallazgo crucial muestra que solo el 20% de los adultos en Estados Unidos cumplen con las recomendaciones de salud cardiovascular, y solo el 30% de los mayores con pérdida auditiva usan audífonos.

El Dr. Josef Coresh, uno de los investigadores líderes, advirtió sobre el impacto de estilos de vida sedentarios, dietas poco saludables y desarrollo de enfermedades crónicas como la hipertensión o la obesidad.

“Controlar la presión arterial, hacer ejercicio y dormir lo suficiente son esenciales. Además, en edades avanzadas, atender la pérdida auditiva y prevenir caídas puede ser clave,”

explicó Coresh, citado por New York Post.

La importancia de la detección temprana

El estudio también subrayó que la detección temprana permite planificar mejor el futuro de quienes padecen demencia. Por primera vez, se sugirió usar criterios basados en biomarcadores como las proteínas beta-amiloide y tau para identificar el Alzheimer, el tipo más común de demencia, en fases iniciales. Estos avances abren camino al desarrollo de tratamientos que podrían ralentizar la progresión de la enfermedad en el futuro cercano.

Eso sí, los ensayos clínicos tienen un desafío gigante en la falta de diversidad racial entre sus participantes. Y mientras las nuevas drogas llegan, las políticas deben apuntar hacia un sistema más equitativo y accesible para todos.

Un llamado al cambio, ahora

La demencia ya afecta a más de 6 millones de estadounidenses, con unas 100,000 muertes al año. Pero esto no es solo sobre números. Se trata de abuelas que olvidan recetas secretas, abuelos que no reconocen a sus nietos y familias enteras haciendo malabares para cuidar a sus seres queridos.

Si bien datos recientes presentan un panorama desafiante, promover cambios en el estilo de vida y mejorar el acceso a la salud son pasos esenciales para mitigar este problema. Con una conciencia mayor sobre las disparidades y un enfoque en la prevención, Estados Unidos tiene una oportunidad única para enfrentar esta crisis de salud pública.

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