Cada vez más personas en Estados Unidos encuentran alivio en la marihuana legal. En estados donde esta planta se legalizó para uso recreativo y médico, menos pacientes están recogiendo recetas para medicamentos contra la ansiedad, según un estudio publicado en 2024 en el JAMA Network Open. Los datos muestran una tendencia clara y abren la puerta a nuevas conversaciones sobre salud mental y tratamientos alternativos.
Más marihuana, menos alcohol
Por primera vez en 2022, el consumo diario de marihuana superó al alcohol. Más de 17.7 millones de personas usaron cannabis de manera habitual, y el 40% de ellas consumieron casi a diario, un patrón más asociado al tabaco según reseñamos en mayo de 2024. Este cambio llega en un momento donde la ansiedad y otros trastornos mentales requieren atención urgente. En paralelo, las recetas de benzodiacepinas disminuyeron, lo que apunta a un cambio en las preferencias de los pacientes.
Además, en 2021, el 23% de los adultos estadounidenses fue diagnosticado con algún trastorno de salud mental, pero solo el 65% buscó tratamiento, según análisis de The Conversation. Este vacío en el acceso a la atención médica evidenció la necesidad de soluciones más accesibles y aceptadas.
¿Por qué elegir marihuana?
El estudio también reveló que el 5% de la población de Estados Unidos contaba con recetas activas de benzodiacepinas, medicamentos como Xanax, Valium o Ativan usados para regular el sistema nervioso. Aunque útiles, estos fármacos presentan riesgos importantes, especialmente al mezclarse con opioides. En 2020, el 14% de las muertes por sobredosis de opioides incluyó benzodiacepinas.
En respuesta, la marihuana, aprobada en 24 estados para usos médicos y recreativos, emergió como una opción atractiva para quienes buscaban evitar efectos secundarios de los fármacos tradicionales. Muchos pacientes encontraron en el cannabis un aliado para aliviar la ansiedad y el estrés postraumático (PTSD). Sin embargo, investigadores como Ashley Bradford destacaron que los resultados variaron según las regulaciones de cada estado.
¿Marihuana vs. otros tratamientos?
Los datos también mostraron un ligero aumento en las recetas de antidepresivos y antipsicóticos en algunos estados. Por ello, los expertos aconsejan combinar tratamientos personalizados para maximizar los beneficios. La discusión no es si la marihuana sustituye a los medicamentos, sino cómo puede ser una pieza más en el rompecabezas de la salud mental.
No todo es color de rosas con la "yerba mágica"
No todo es positivo en esta transición. Un estudio canadiense alertó en 2024 sobre los peligros de la marihuana para los adolescentes. Los consumidores jóvenes enfrentaron hasta 11 veces más probabilidades de desarrollar trastornos psicóticos, y este riesgo escaló a 27 veces en casos de urgencias y hospitalizaciones.
Además, los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) identificaron la marihuana como la sustancia más usada por adolescentes que buscaban relajación, con un 84% de prevalencia entre los jóvenes. Expertos como el Dr. Kevin Gray, de la Universidad Médica de Carolina del Sur, subrayaron los efectos adversos durante esta etapa crítica de desarrollo cerebral.
¿Adicción silenciosa?
El uso frecuente de marihuana se relaciona con patrones similares al tabaco en lugar de alcohol, según el Dr. David Gorelick, profesor de la Universidad de Maryland. Estas conductas pueden conducir a la dependencia, además de aumentar las posibilidades de sufrir trastornos como psicosis o esquizofrenia en consumidores habituales.
Un cambio esperanzador, pero con cautela
A medida que la marihuana legal gana aceptación, su impacto plantea tanto promesas como desafíos. Su capacidad para reducir recetas de medicamentos contra la ansiedad es innegable, pero también suma preocupaciones sobre posibles consecuencias a largo plazo, especialmente en adolescentes.
Para Andre McDonald, investigador de la Universidad McMaster, es clave educar a la población y fomentar el consumo responsable. Retrasar el uso hasta la adultez podría marcar una gran diferencia, mientras las investigaciones ayudan a equilibrar los beneficios con los riesgos.
La marihuana legal abrió un nuevo capítulo en la salud pública, desafiando ideas preexistentes y ofreciendo alternativas. Sin embargo, solo con regulación adecuada y educación podrá redefinir el panorama médico de manera segura y efectiva.