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Biden perdona a Fauci, la medicina y la controversia chocan

Su protagonismo durante la pandemia lo enmarcó en un conflicto polarizador.

Dr. Anthony Fauci, el exdirector del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, testifica ante el Subcomité Selecto de la Cámara sobre la Pandemia de Coronavirus en el Capitolio en Washington, el 3 de junio de 2024. (Tom Brenner / NYT)

Joe Biden cerró su mandato con un perdón preventivo al Dr. Anthony Fauci, el científico más conocido —y quizás más polémico— de la pandemia, reabriando viejas discusiones. Algunos lo ven como un genio que salvó vidas, otros como un hombre cuya insistencia científica desató medidas que dividieron al país. ¿Fue un acto de justicia o una señal de impunidad?

Anthony Fauci, el rostro de la pandemia

Anthony Fauci, un veterano con más de 38 años al frente de la dirección del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID), asumió un papel central en múltiples crisis de salud pública, incluyendo el VIH, el ébola y el zika. Sin embargo, su protagonismo durante la pandemia lo enmarcó en un conflicto polarizador.

Fauci encabezó la respuesta federal al COVID-19 y promovió medidas de salud pública: el uso de mascarillas, el distanciamiento social y las cuarentenas. Estas medidas, que salvaron millones de vidas, también desataron una tormenta política. De acuerdo con un informe de Commonwealth Fund, tales estrategias evitaron más de 18 millones de hospitalizaciones y salvaron aproximadamente 3.2 millones de vidas solo en los Estados Unidos.

Estos resultados no llegaron de la nada. Fauci y sus colegas en el NIAID colaboraron con Moderna para desarrollar una de las vacunas más utilizadas contra el COVID-19, demostrando liderazgo en un momento de crisis global. No obstante, Politico señala que, irónicamente, los propios trabajadores de los NIH enfrentaron retrasos en el acceso a las primeras dosis de estas vacunas, algo que causó frustración y destacó las complejidades logísticas de una pandemia de tal magnitud.

A pesar de sus logros científicos, Fauci también se convirtió en un punto de ataque político, con sectores críticos que cuestionaban sus instrucciones y las veían como restrictivas o excesivas. Aunque defendió su enfoque basado en la evidencia científica, muchas personas sintieron que las medidas alteraron sus vidas de una manera desproporcionada.

Los detalles detrás de un perdón polémico

Uno de los temas más controversiales que persigue a Fauci es su supuesta conexión con los estudios de "ganancia de función". Estas son investigaciones que buscan modificar virus para entender mejor su comportamiento. Los críticos, como el senador Rand Paul, han señalado que esta práctica —parcialmente financiada por el instituto que Fauci lideraba— podría estar relacionada con la aparición del SARS-CoV-2 en un laboratorio de Wuhan, una hipótesis que ha sido ampliamente debatida pero no comprobada.

En su defensa, Fauci ha insistido repetidamente en que estos estudios son clave para prevenir pandemias futuras y niega cualquier conexión entre ellos y el inicio de COVID-19. “No se trataba de hacer los virus más peligrosos; se trataba de anticiparse a posibles amenazas”, explicó. Informes de Science concluyeron que, aunque parte de los fondos proporcionados por EcoHealth Alliance —una organización financiada por los NIH— llegaron al laboratorio de Wuhan, no hay pruebas de que hayan contribuido directamente al brote.

Reacciones encendidas al anuncio

No tomó mucho tiempo para que las redes sociales y las voces políticas explotaran. Senadores como Rand Paul denunciaron el perdón, sugiriendo que “confirmaba” la responsabilidad de Fauci en la pandemia. Trump, por otro lado, tildó la medida como un “acto vergonzoso” y reiteró que varios de los perdonados eran culpables de delitos graves.

Por otro lado, la comunidad científica lo defendió. Expertos destacaron su liderazgo en crisis como el VIH y el ébola, así como su papel vital durante los momentos más críticos de la pandemia. "Fauci representó la ciencia en tiempos de incertidumbre", señaló un portavoz de la Asociación Médica Estadounidense.

El perdón de Biden no elimina esta controversia. En cambio, pone en primer plano las tensiones entre la investigación científica, las políticas de salud y la confianza pública en estas instituciones. Biden justificó su decisión argumentando que Fauci enfrentaba un costo emocional y económico injusto por las acusaciones, aunque estas carecieran de fundamentos sólidos.

¿Un legado en riesgo?

Con su retiro en 2022, Anthony Fauci podría haber tenido un final tranquilo en su carrera. En cambio, su figura sigue ampliamente debatida. Mientras expertos en salud destacan su papel clave para enfrentar la pandemia, sectores críticos lo culpan de implementar decisiones que alteraron drásticamente la vida de millones de personas. Fauci, por su parte, ha reiterado que todas sus acciones estuvieron guiadas por un único propósito: salvar vidas. "La ciencia es imperfecta, pero su objetivo final es preservar vidas", señaló durante una reciente entrevista.

El perdón otorgado por Biden cierra un capítulo legal, pero no resuelve el conflicto de percepciones sobre Fauci. ¿Es posible separar la persona de las políticas que encabezó? Lo que es seguro es que su nombre quedará grabado en la historia como un reflejo de la tensión entre ciencia, política y el bienestar colectivo.

Biden, al tomar esta decisión, también envió un mensaje contundente sobre su visión de liderazgo en salud pública. “Proteger a quienes han sido fieles a la evidencia y la ética es honrar nuestro compromiso con la verdad”, expresó. Así, mientras el perdón a Fauci genera opiniones divididas, el acto refuerza una realidad inquebrantable en tiempos de crisis: los líderes científicos están en la primera línea, para bien o para mal.

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