En Maryland, los legisladores se están movilizando para imponer penas más estrictas a los traficantes de fentanilo. Este movimiento tiene el apoyo de las familias locales que han perdido hijos por sobredosis de fentanilo.
Además, el origen del nombre de esta ley es significativo y honra a víctimas. “La Ley de Victoria, Scottie, Ashleigh y Yader recibe su nombre en honor a cuatro jóvenes de Maryland que fallecieron como resultado de una sobredosis de fentanilo”, explicó a NBC News el delegado de Maryland, Chris Tomlinson.
Scottie murió de una sobredosis de fentanilo en 2019. Desde entonces su padre, Scott Broadfoot, es un defensor clave en la lucha contra esta droga.
También los familiares de Ashleigh y Yader, dos adolescentes del condado de Montgomery víctimas de esta droga mortal, se hacen eco de la urgencia de tomar medidas enérgicas contra los traficantes de fentanilo. Se unen bajo una propuesta de ley que honra a sus hijos y a otros dos, Victoria y Scottie.
La promulgación de este proyecto de ley bipartidista elevaría a 20 años la pena máxima de prisión por distribuir fentanilo o heroína que provoque la muerte o daños graves. También permitiría el enjuiciamiento en los casos en que se produjera la distribución o la sobredosis, lo que podría aliviar los retos procesales para las familias.
El capitán Nick Picerno, de la policía del condado de Montgomery, compartió sus frustraciones con el sistema actual. Las exhaustivas investigaciones y los emotivos testimonios en los tribunales suelen dar como resultado penas de cárcel mínimas para los sospechosos, lo que agrava el dolor de las familias, observó.
A pesar de fracasar en la anterior sesión legislativa, los partidarios del proyecto de ley -con convincentes testimonios familiares- mantienen la esperanza de obtener un resultado diferente este año.
"Seguiré abogando y concienciando sobre esta batalla por cada vida perdida y para educar a cada persona viva", expresó al medio Scott Broadfoot.
El fentanilo: una adicción que cobra vidas
El fentanilo es un opioide sintético que supera en potencia a la morfina y a la heroína, según la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos. Aunque la forma legítima del fentanilo se utiliza como anestésico y analgésico, está aprobada por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos, también se produce y distribuye ilegalmente en el país.
El fentanilo no regulado que se introduce en Estados Unidos ha provocado un incremento en las muertes anuales por sobredosis, dado que incluso dosis muy pequeñas pueden resultar mortales.
En 2023, el Centro Nacional de Estadísticas de Salud, parte de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, reportó 72,776 muertes relacionadas con opioides sintéticos no pertenecientes a la metadona, que incluyen fentanilo y sus análogos.
No se dispone de cifras exactas sobre la cantidad total de fentanilo que se contrabandea al país cada año, ya que carecemos de información integral al respecto. Sin embargo, el gobierno federal monitoriza las incautaciones del medicamento realizadas a personas que ingresan al país por puntos de entrada legales.
La mayor parte de las incautaciones se lleva a cabo en la frontera suroeste, y no en la frontera norte.
Según datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), en el año fiscal 2024 se confiscaron 21,148 libras de fentanilo en la frontera suroeste, siendo la gran mayoría de estas incautaciones hechas a individuos, predominantemente ciudadanos estadounidenses, que pasaban por puertos de entrada legales.
Esta cifra representa una disminución respecto a las 26,718 libras confiscadas en el año fiscal 2023, aunque tanto esta última cifra como la del año anterior son superiores a las 14,104 libras capturadas en el año fiscal 2022.
