El debate sobre el posible regreso de los Washington Commanders a DC se ha intensificado a medida que la alcaldesa Muriel Bowser barajea la idea de utilizar fondos públicos para un estadio de la NFL.
Durante un ayuntamiento, el pasado jueves Bowser sugirió que podría canalizar el dinero de los contribuyentes hacia la construcción de un nuevo recinto deportivo en el emplazamiento del estadio RFK.
Bowser, centrada inicialmente en mejorar las infraestructuras del RFK mediante inversiones públicas, insinuó recientemente la posibilidad de subvenciones públicas para un estadio, lo que provocó reacciones diversas entre los residentes.
El defensor cívico Adam Eidinger interrogó a Bowser sobre las posibles implicaciones financieras, preguntando: "Normalmente se necesitan mil millones de dólares de dinero público para construir un estadio moderno en este país, ¿y se comprometerá usted a no ofrecer un subsidio?". El firme "No" de Bowser puso de relieve su postura de mantener abiertas las opciones de financiación
Surgió la oposición al gasto público en estadios, con un residente oponiéndose: "Los multimillonarios deberían pagar sus estadios".
Este sentimiento tuvo eco en el presidente del Consejo de Washington, Phil Mendelson, que, según NBC News señaló: “Creo que la mayoría del Consejo apoya el estadio. El problema es si se debe destinar dinero público a esto. Mi opinión es que no podemos permitirnos el lujo de destinar dinero público a un estadio”.
Dejando a un lado las preocupaciones financieras, el ayuntamiento destacó las necesidades de la comunidad, como las tiendas de los Commanders, especialmente al este del río Anacostia. "Ya que hablamos de anclas, ¿podemos anclar una tienda de comestibles?", preguntó una mujer, arrancando aplausos.
También surgió el tema del posible impacto del estadio en el aparcamiento, y un hombre pidió garantías a Bowser sobre la resolución de los problemas de aparcamiento. El seguro "Sí, lo haré" de Bowser, recibido con aplausos, prometió abordar estas preocupaciones.