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¿Por qué la carne está tan cara? enfermedades y aranceles impulsan los precios de la carne de res en EE. UU.

Photo by blackieshoot / Unsplash

En pleno verano y con las parrillas al rojo vivo, no es sorpresa que los precios de las hamburguesas y los bistecs estén por las nubes. Según el informe original, el precio promedio de una libra de carne molida en junio subió a $6.12, un aumento de casi el 12% respecto al año anterior. Los bistecs tampoco se quedan atrás, con un aumento del 8% alcanzando los $11.49 por libra. Pero, ¿qué está detrás de esta escalada de precios? Vayamos al grano.

El tamaño del hato está en declive

A lo largo de las décadas, el hato de ganado de EE. UU. ha ido disminuyendo, con el número más bajo registrado desde 1951. En enero de este año, el total fue de 86.7 millones, lo que refleja una caída del 8% desde 2019. La sequía que comenzó en 2020 secó pastizales y disparó el costo del alimento, según la American Farm Bureau. Esto ha llevado a muchos ganaderos a vender más ganado del habitual, lo cual ha reducido el tamaño de los hatos y aumentado los precios.

Enfermedades y restricciones en la importación

El sector también enfrenta obstáculos adicionales, como la invasión de la mosca barrenadora en México, que resultó en cortar todas las importaciones de ganado desde el sur el año pasado. Este parásito ha complicado el panorama, afectando el 4% del ganado que Estados Unidos usualmente importa para engorda y posterior sacrificio. Las restricciones no solo han afectado la oferta, sino que han puesto presión sobre los precios en el mercado estadounidense.

El impacto de los aranceles y la demanda

A pesar de las dificultades, la demanda de carne de res en EE. UU. sigue siendo alta. Según Glynn Tonsor de Kansas State, esto mantiene los precios elevados. Estados Unidos importa anualmente más de 4 millones de libras de carne, mucha de la cual proviene de Australia y Nueva Zelanda, sujetos a un arancel del 10%. Brasil también es fuente de importación, donde se han planteado aranceles de hasta el 50%. Estas políticas podrían hacer que los precios sigan elevándose.

En resumen, diversos factores desde la meteorología hasta las decisiones políticas globales están influyendo en el mercado de la carne. Aunque la sequía ha disminuido y los precios del grano bajaron, los ganaderos piensan a futuro antes de aumentar sus rebaños. Por ahora, mientras la demanda siga robusta, no esperen una reducción drástica en los precios.

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