Washington DC vivió un fin de semana marcado por manifestaciones, arrestos y declaraciones oficiales en respuesta a la toma de control federal por parte del presidente Donald Trump. Las calles de la ciudad fueron escenario de protestas y detenciones documentadas por residentes, mientras la alcaldesa Muriel Bowser expresó su desacuerdo con las acciones federales, calificándolas como "un empuje autoritario" en su cuenta de X (antes Twitter).
Los habitantes de DC están enfrentando una vida diaria bajo control federal, mientras ambas partes —el gobierno federal y los movimientos de resistencia— intensifican sus recursos y retórica. Este conflicto pone en el centro del debate la autonomía de la ciudad y los derechos de sus ciudadanos.
El choque legal: demandas y acuerdos
El viernes, el fiscal general de DC, Brian Schwalb, presentó una demanda para bloquear la toma de control de la Policía Metropolitana (MPD) por parte de la administración Trump. Aunque un juez federal instó a ambas partes a llegar a un acuerdo, la administración de Trump cedió parcialmente. La jefa de la MPD, Pamela Smith, mantendrá el mando de los 3,100 oficiales, mientras que Terry Cole, designado por Trump como "comisionado de policía de emergencia", no podrá emitir directrices por el momento.
Puntos de fricción
Las protestas "Trump must go" se tomaron puntos clave de la ciudad, desde Dupont Circle hasta la Casa Blanca. En redes sociales, los videos de arrestos y las calles vacías de Columbia Heights —un barrio usualmente lleno de vida— se volvieron virales.
El sábado, agentes federales enmascarados, incluyendo uno con una insignia de ICE, detuvieron a un conductor de ciclomotor en la calle 14. La MPD aclaró que no estuvo involucrada en el arresto, mientras que la Casa Blanca afirmó que se trataba de un inmigrante indocumentado con supuestos vínculos con pandillas.
Otro momento clave fue el arresto de la activista Afeni Evans por evasión de tarifa en el Metro. Según testigos, la policía usó gas pimienta durante su detención, lo que desató protestas frente al tribunal de DC. Evans fue liberada más tarde entre aplausos de la multitud.
Comunidades inmigrantes bajo presión
El jueves, la jefa de policía Pamela Smith emitió una orden que permite a los oficiales notificar a ICE sobre inmigrantes indocumentados durante paradas de tráfico, marcando un retroceso en las protecciones de ciudad santuario de DC.
Esto ha generado un clima de miedo en las comunidades inmigrantes. Organizaciones como DC Migrant Solidarity Mutual Aid Network reportan un aumento en las llamadas de emergencia, reflejando el pánico generalizado. Además, se han denunciado arrestos de conductores de delivery y controles de tráfico que, según activistas, fomentan el perfilamiento racial.
Por los números
Hasta el sábado por la noche, más de 300 personas habían sido arrestadas en la represión federal, incluyendo 135 inmigrantes indocumentados. Además, 44 campamentos de personas sin hogar han sido desmantelados en propiedades federales.
A pesar de las tensiones, la vida en DC continuó con eventos como el Día de Chuck Brown y partidos de béisbol. Sin embargo, la resistencia se hizo presente en múltiples formas, desde cánticos de "Free DC!" en el Audi Field hasta mensajes de tiza en las aceras de Mount Pleasant, un barrio con una fuerte presencia inmigrante.
En un correo dirigido a los residentes, la alcaldesa Bowser reconoció los desafíos que enfrenta la ciudad y destacó la unidad de la comunidad. "Mostraremos a toda la nación cómo se lucha por la democracia estadounidense, incluso cuando no tenemos acceso completo a ella", afirmó. La situación en DC continúa desarrollándose, con la atención puesta en las acciones legales, las manifestaciones y las respuestas de las autoridades locales y federales.