El regreso a clases en las escuelas públicas de Washington, DC, este lunes estuvo lejos de ser un evento ordinario. Las políticas implementadas por la administración de Donald Trump, incluyendo un aumento significativo de la presencia federal en las calles y cambios en las normativas escolares, generaron tanto preocupación como esperanza entre estudiantes, padres y educadores.
Un inicio con medidas de seguridad reforzadas
Muriel Bowser, alcaldesa de DC, aseguró que los estudiantes tendrían un inicio de año escolar "alegre", a pesar del despliegue de cientos de agentes federales y miembros de la Guardia Nacional tras la declaración de emergencia pública por parte del expresidente Trump hace dos semanas. Durante un discurso dirigido a los maestros, Bowser enfatizó: "Nuestros niños merecen y tendrán un comienzo de año escolar lleno de alegría".
El canciller de las Escuelas Públicas de DC, Lewis Ferebee, también intentó calmar los ánimos al declarar que el sistema escolar estaba preparado para recibir a los estudiantes. "Es un día normal; hemos estado listos para este momento", afirmó Ferebee, quien destacó que las escuelas siguen siendo "el lugar más seguro para nuestros jóvenes".
La controversia del uso de celulares
Uno de los cambios más notables este año es la implementación de una prohibición total del uso de celulares durante el horario escolar. Esta medida, que ya había sido probada en escuelas intermedias, ahora se extiende a todas las instituciones del sistema escolar público. Según Ferebee, esta política ha mostrado resultados positivos, como una disminución en los casos de acoso escolar y una mayor conexión entre los estudiantes.
"Los estudiantes que inicialmente se resistieron a la idea ahora se sienten más conectados con sus compañeros y menos distraídos en clase", explicó Ferebee a WTOP, quien también mencionó que cada escuela tendrá su propio método para almacenar los dispositivos durante el día.
Temores por la presencia federal
Sin embargo, no todo es optimismo. La decisión de la administración Trump de revertir la política que evitaba arrestos de inmigración en áreas "sensibles" como las escuelas ha generado temor entre las familias inmigrantes y comunidades de color. Aunque las autoridades escolares han asegurado que los agentes de ICE no estarán presentes en los campus, el director interino de ICE, Todd Lyons, dejó abierta la posibilidad de que puedan ingresar en "circunstancias urgentes".
Andrew Huff, un residente de Brightwood Park, expresó su preocupación a Axios: "Este debería ser un momento emocionante. No deberían ir a su primer día de clases preguntándose: '¿Qué hago si un agente federal enmascarado se me acerca?'". Huff, quien es blanco, organizó un grupo de caminata para sus hijos y sus compañeros de escuela, muchos de los cuales provienen de familias inmigrantes.
Por otro lado, algunos padres ven la mayor presencia policial como una medida positiva. "Para mí, esto hace que las calles sean más seguras, especialmente en áreas donde la violencia armada es un problema", comentó un padre a CNN.
Iniciativas para la seguridad estudiantil
Las Escuelas Públicas de DC han reforzado su programa de "Safe Passage", que ayuda a los estudiantes a llegar seguros a sus escuelas. Además, este año se implementarán "escuadrones de seguridad" en todas las instituciones para supervisar la llegada y salida de los estudiantes.
A pesar de las tensiones, las autoridades escolares han reiterado que los registros de los estudiantes están protegidos y solo pueden ser compartidos con una orden judicial o el consentimiento de los padres. "Nuestros directores han sido instruidos para alertar al equipo legal del distrito ante cualquier situación", afirmó un portavoz de DCPS.