Tras la renuncia de Pamela Smith, quien asumió el mando de la Policía Metropolitana en uno de los momentos más violentos de la última década y anunció que dejará el cargo a finales de este año, Washington DC vuelve a enfrentarse a una pregunta clave para su seguridad pública: ¿quién liderará la MPD en el próximo capítulo de la ciudad? Su salida abre un proceso que no definirá solo un nombre, sino el rumbo de la relación entre la policía, la comunidad y el poder político en la capital del país.
Una salida que llega con cifras a favor
Pamela Smith anunció que se retirará por razones personales, tras consultarlo con su familia. Su gestión comenzó en 2023, cuando DC atravesaba una fuerte ola de criminalidad. Dos años después, los números cuentan otra historia: el crimen general cayó 18% en 2025 y los homicidios disminuyeron 30%, según datos oficiales de la Policía Metropolitana. Estos resultados fortalecen su legado, pero también elevan las expectativas sobre quien la sustituya.
¿Hay nombres sobre la mesa? Por ahora, no
Hasta el momento, la alcaldesa Muriel Bowser no ha revelado candidatos específicos para reemplazar a Smith. Lo que sí dejó claro es que se tomará el tiempo necesario para elegir al próximo jefe: “Voy a marinarlo un poco”, dijo, subrayando que la prioridad será seleccionar a la persona “más beneficiosa para los residentes de DC”.
Bowser tiene la decisión… pero no gobierna sola
La alcaldesa será quien nomine oficialmente al próximo jefe o jefa, aunque la confirmación final depende del Consejo de DC. Aun así, Bowser restó dramatismo al proceso:
“He vivido suficientes transiciones para saber cómo hacerlas de la manera más beneficiosa para los residentes”, aseguró.
¿Mirar hacia adentro o traer a alguien de fuera?
Bowser adelantó que su primera opción será mirar dentro del propio Departamento de Policía Metropolitana, destacando la experiencia y reputación nacional de su equipo. Sin embargo, no descartó un perfil externo si considera que es la mejor opción para la ciudad.
“Voy a empezar con el mejor departamento de policía del país”, afirmó, apuntando a la continuidad y a posibles ajustes estratégicos en el liderazgo.
Lo que piden los policías: respeto y dirección clara
El sindicato de la Policía Metropolitana solicitó que los oficiales sean incluidos en la selección del nuevo liderazgo. En un comunicado, enfatizaron que el próximo jefe debe priorizar el respeto hacia los agentes, fortalecer la confianza comunitaria y revisar políticas que, según ellos, surgieron de la era del “defund the police” y afectaron la moral y la efectividad del cuerpo policial.
Comunidad, reformas y una oportunidad histórica
Desde el ámbito cívico, el congresista Oye Owolewa ve la transición como un momento para reforzar la confianza entre la policía y la comunidad, con énfasis en transparencia y rendición de cuentas. Bethany Young, directora de políticas del DC Justice Lab, agregó que DC está “al borde de algo importante” si el próximo liderazgo escucha a los residentes, limita paradas de tráfico por faltas menores y apoya alternativas para crisis de salud mental.
Inmigración, agencias federales y desconfianza persistente
El relevo ocurre mientras la MPD colabora con agencias federales, incluidas patrullas conjuntas con la Guardia Nacional. Aunque la ciudad niega coordinación directa con ICE, residentes han reportado arrestos de inmigrantes tras infracciones menores. Para muchas comunidades, especialmente latinas, el próximo jefe deberá aclarar estos límites, priorizar la transparencia y reconstruir la confianza en la policía.
El consejo de Smith a su sucesor
Con 28 años en las fuerzas del orden, Smith aseguró que apoyará al próximo liderazgo. Para ella, tres pilares son esenciales: comunicación constante, colaboración con aliados y presencia real en los vecindarios. “Tienes que contestar el teléfono a cualquier hora y presentarte”, dijo, subrayando que liderar la policía de DC implica sentarse con residentes, escuchar preocupaciones y, a veces, pasar desapercibida para proteger la confianza de la comunidad.
La salida de Pamela Smith no deja solo una vacante, sino una decisión estratégica para el futuro de DC. Con el crimen a la baja, pero con debates abiertos sobre inmigración, reformas policiales y confianza comunitaria, el próximo jefe o jefa de la Policía Metropolitana deberá ir más allá de las estadísticas y demostrar un liderazgo cercano, firme y transparente en una ciudad que exige seguridad, pero también justicia.