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DC: Exhibirán trabajo de famosa fotógrafa mexicana

El 28 de febrero el National Museum of Women in the Arts (NMWA), estará inaugurando “El México de Graciela Iturbide”, una exhibición que cuenta con 140 fotografías de la artista mexicana y que abarca una gran selección de sus trabajos. La exhibición visitó el año pasado el Museum of Fine Arts de Boston y el Minneapolis Institute of Art.

Ahora será el turno de Washington, DC y el público podrá apreciar esta muestra hasta el 25 de mayo de 2020. “Durante los últimos cincuenta años, Graciela Iturbide ha capturado la esencia de las diferentes culturas de México”, dijo en un comunicado la directora del NMWA, Susan Sterling. “Ella nos da la oportunidad de experimentar su país a través de sus ojos. Estamos honrados de mostrar las fotografías cautivantes de Iturbide en el Museo Nacional de las Mujeres en las Artes”.

En esta exposición, organizada por el Museum of Fine Arts, Boston, se podrán observar trabajos de la artista realizados entre 1969 a 2007. Abarca retratos de mujeres indígenas y urbanas, exploración del simbolismo en la naturaleza y rituales, y fotografías de artículos personales que Frida Kahlo dejó después de morir.

Nacida en 1942, Graciela Iturbide es una de las fotógrafas más respetadas por sus impresionantes imágenes que capturan costumbres, rituales, penurias, y la belleza de la cultura mexicana.

Criada en una familia estrictamente católica, Iturbide integra elementos de esa religión en sus trabajos ya que invocan memorias nostálgicas. Una de las expresiones que se puede ver en sus fotos es la fascinación que demuestra por lo místico. A los 19 años Iturbide empezó a estudiar cinematografía en el Centro de Estudios Cinematográficos de la Universidad Autónoma de México. Su enfoque cambió del cine a la fotografía cuando empezó a trabajar con el modernista Manuel Álvarez Bravo. Iturbide aprecia a Álvarez ya que para ella más que las técnicas de la fotografía, él le enseñó a apreciar la vida y la libertad, “lo opuesto de mi familia”, remarcó durante una entrevista realizada por nuestros corresponsales en Massachusetts, cuando visitó el Museo de Bellas Artes de Boston durante su exposición.

Una de las características que destaca a Iturbide de otros fotógrafos es la preferencia del blanco y negro es sus fotografías. “Tomo fotos en color y siento que es una mentira, prefiero [tomarlas] en blanco y negro ya que siento que es una abstracción para mí”, dijo Iturbide.

En una de sus fotografías más famosas “El baño de Frida”, Iturbide captura la perspectiva de Kahlo tomando retratos en el baño de la casa de la pintora después de estar cerrado casi cincuenta años. De su experiencia menciona que encontró muchos objetos que connotan el dolor que sufría Frida, y aunque Iturbide confiesa no considerarse una fan acérrima de la célebre pintora, nos dijo que por medio de su baño aprendió a entenderla más.

“Frida no era una feminista, ella era más bien una mujer sumisa ante el amor de Diego”, reflexionó Iturbide.

Capturando tradiciones

“Para mí los pájaros siempre han representado el querer volar y ser libre”, dijo Iturbide. Los pájaros, que son sujetos difíciles de capturar, le han enseñado que en el arte nada se debe planear, explicó la fotógrafa. Su mentor Manuel Álvarez Bravo le aconsejó que para todo hay tiempo, un consejo que va de la mano con la enseñanza plasmada en sus fotografías de aves.

Por otro lado, en una de las colecciones más conocidas, “Juchitán”, Iturbide siguió a la cultura zapoteca donde las mujeres son libres en aspectos económicos y sexuales. Uno de los trabajos más famosos de la colección “La Señora de las Iguanas”, fue espontáneo. Y es justamente esa característica la que define a Iturbide ya que nada en su mente está planeado en una cuadrícula. La mexicana contó, en la entrevista mantenida el año pasado, que estaba en un mercado cuando de pronto la señora que fue capturada en la foto entró con iguanas en la cabeza para vender. Esta es una costumbre en algunas culturas nativas.

El trabajo de Iturbide ha sido expuesto en diferentes instituciones de arte reconocidas mundialmente como el Centre Pompidou (1982), el Museo de Arte Moderno de San Francisco (1990), el Museo J. Paul Getty (2007), la Fundación MAPFRE, Madrid (2009), el Museo de Fotografía Winterthur (2009) y la Galería de Arte Barbican (2012), entre otros.

La artista también ha sido reconocida en múltiples ocasiones. Recibió el premio W. Eugene Smith Memorial Foundation Award (1987); el Gran Premio Mois de la Photo, París (1988); una beca Guggenheim para el proyecto Fiesta y Muerte (1988); el Premio Hugo Erfurth, Leverkusen, Alemania (1989); el Gran Premio Internacional, Hokkaido, Japón (1990); el Premio Rencontres Internationales de la Photographie, Arles (1991); el Premio Hasselblad (2008); el Premio Nacional de Ciencias y Artes en la Ciudad de México (2008); un título honorario en fotografía de Columbia College Chicago (2008); y un Doctorado Honorario de Artes del Instituto de Arte de San Francisco (2009).

Con información de una entrevista realizada en febrero de 2019 por Juliana Sánchez para nuestro medio hermano – El Planeta en Boston