El arribo del coronavirus a Estados Unidos agotó los planes de la educación. En la mayor parte del territorio norteamericano las escuelas cerraron y las actividades se trasladaron a casa junto a las normas para evitar el aumento de casos.
En D.C., la situación ha obligado a las autoridades a aplicar correctivos de cara al próximo año escolar, el cual, es más que seguro, sufrirá cambios para adaptarse a la dinámica generada tras el impacto de la pandemia.
La misión es la de mantener a salvo a miles de niños que día a día compartían en salones de clases.
Un documento al que tuvo acceso NBC señala que se barajan varias opciones, incluidas la del cambio en el horario escolar, con clases presenciales una o dos veces por semana. En cuanto al área, los salones serían acondicionados para no más de 10 personas.
El resto de la semana las clases serían en línea.
Estas son alternativas que aún se consideran, según detalló NBC.
La fuente agregó que de primero a duodécimo grado cada alumno contaría con una separación de seis pies respecto a su más cercano compañero. Además, habría una zona exclusiva para que el profesor dicte sus clases.
Una de las propuestas, y que seguramente se aplique, apunta a que cada estudiante deba usar tapabocas cada vez que asista el centro educativo. Asimismo, serían sometidos a protocolos de limpieza, como la disposición de desinfectantes en las escuelas para lavar sus manos antes de entrar al salón. Además, serían tomadas sus temperaturas.
En cuanto a las áreas comunes, autoridades consideran que la comida se llevaría a los salones para evitar usar el comedor.