Derek Chauvin no debió haberse arrodillado sobre el cuello de George Floyd después de que dejó de resistirse, testificó un exsupervisor el jueves.
Chauvin tampoco le dijo de inmediato al supervisor que se había arrodillado sobre el cuello de Floyd mientras lo inmovilizaba durante una investigación policial, esperando más de 30 minutos hasta que se paró fuera de la sala de emergencias del hospital, donde Floyd no respondió para revelar la información.
David Pleoger, quien era supervisor en el tercer precinto de la ciudad el 25 de mayo de 2020, testificó que llamó a Chauvin después de recibir una llamada de un operador del 911 preocupado que estaba mirando una cámara de seguridad de la ciudad y vio a la policía sosteniendo a Floyd en el suelo.
“Llamó para decir que no tenía la intención de ser un soplón, pero que había visto algo mientras miraba una cámara que pensaba que era preocupante”, dijo Pleoger, un sargento retirado.
En una conversación telefónica capturada parcialmente por la cámara corporal de Chauvin, se escucha al oficial decirle a Pleoger que los oficiales “solo tenían que sujetar al tipo”.
“Se estaba volviendo loco… no volvería al equipo”, dijo Chauvin justo antes de apagar la cámara de su cuerpo.
Pleoger testificó que le dijo a Chauvin que apagara su cámara, lo que está permitido para una conversación privada, y que la llamada continuó, y Chauvin dijo que Floyd era “combativo”.
Pleoger luego fue a la escena para investigar.
El exsupervisor testificó que Chauvin no le dijo en esa conversación telefónica o más tarde cuando llegó a la calle 38 y la avenida Chicago, la intersección donde murió Floyd, que había usado su rodilla para inmovilizar a Floyd contra el suelo. Dijo que Chauvin le dijo que Floyd había sufrido “una emergencia médica” mientras lo inmovilizaban, lo que provocó que se lo llevaran en ambulancia.
Fue solo en el hospital donde él, Chauvin y Tou Thao, compañero de Chauvin esa noche y quien también está acusado de la muerte de Floyd, fueron a verificar el estado de Floyd que Chauvin le dijo que se había arrodillado sobre el cuello de Floyd.
“Dijo que se arrodilló sobre Floyd o se arrodilló sobre su cuello, algo de esa naturaleza”, testificó Pleoger. Le dijo a los fiscales que Chauvin no dijo cuánto tiempo había inmovilizado su rodilla contra el cuello de Floyd.
Cuando se le preguntó su “opinión” sobre si ese era un uso apropiado de la fuerza, Pleoger dijo a los fiscales: “Cuando el Sr. Floyd ya no ofrecía ninguna resistencia a los oficiales, podrían haber terminado con la restricción”.
Confirmó que arrodillarse es un uso de la fuerza y que la restricción “debe detenerse” una vez que el sujeto “está esposado y ya no se resiste”.
The Washington Post. Traducción libre por El Tiempo Latino.
